Filósofo griego nacido en Estagira hacia
el año 384 a.C. y fallecido en Calcis en el 322 a.C. Junto con Platón,
ha dominado todo el desarrollo de la historia de la filosofía occidental
desde la Antigüedad hasta la Edad Moderna. Él es el primero que logra
configurar la filosofía como una ciencia dentro de un sistema global del
saber humano. En la cima de ese saber se sitúa la filosofía en su
acepción específica de metafísica, que señala a las otras ciencias sus
límites y sus conexiones.
ARISTOTELES CONTEMPLANDO EL BUSTO DE HOMERO.REMBRANT
Aristóteles nació en Estagira (Tracia, de ahí que se le nombre, a veces, como "El Estagirita"), hacia el año 384 a.C. Su padre, Nicómaco, fue médico de cabecera del rey Amintas II de Macedonia. En el año 367 entró en la escuela de Platón, en Atenas, en la que permaneció hasta la muerte del maestro, acaecida en el 347. Dejó entonces Atenas y se dirigió a Atarneo, donde su amigo Hermias le proporcionó los medios para dedicarse a investigaciones biológicas. El rey Filipo de Macedonia le encomendó la educación de su hijo, el futuro Alejandro Magno. Cuando éste se convirtió en rey, Aristóteles regresó a Atenas, y allí fundó su escuela que se llamaría Liceo (por tener su sede en un lugar consagrado al dios Apololicio; también se la conoció con el nombre de "peripato", del griego peripatein "pasear"), una especie de corredor donde solía pasear durante sus lecciones. Tras la muerte de Alejandro Magno se desató en Atenas una fuerte corriente antimacedónica, que también afectó a Aristóteles, el cual se vio obligado a dejar la ciudad, retirándose a Calcis, tierra de su madre, donde murió a los sesenta y dos años.
Los
escritos de Aristóteles se pueden clasificar en dos grupos: los
exotéricos, (destinados al gran público no iniciado en la filosofía,
algo así como lo que hoy llamaríamos "de divulgación"); y los esotéricos
(dirigidos a un público ya iniciado en el saber filosófico). Los
primeros se han perdido, y sólo conocemos los títulos de algunos o
pequeños fragmentos. Según la tradición, los libros esotéricos han
llegado a nosotros gracias a que su heredero, Neleo, para evitar que
cayeran en manos del rey de Pérgamo, trasladó toda la biblioteca de
Aristóteles a Tróade y la escondió en una bodega. Parte de aquella
biblioteca estaba compuesta por los manuscritos del maestro. Recuperados
en el siglo I a.C. por Apelicón de Teo, fueron revisados en esta ciudad
por Sila, y luego trasladados a Roma. Las obras fueron dispuestas en el
orden que hoy conocemos por Andrónico de Rodas. Todas ellas forman el
llamado "Corpus aristotelicum".
Se
entiende por "lógica" en Aristóteles la disciplina propedéutica o de
preparación para el mejor desenvolvimiento del resto de las ciencias.
Aunque Aristóteles excluye la lógica de su consideración como ciencia, y
ni siquiera usa el término para designar el método de raciocinio o de
conocimiento, sin embargo, recibe de él tal impulso y perfeccionamiento
que permanecerá casi inalterada durante cerca de dos milenios. Sólo con
Bacon y Descartes sufrirá refutaciones de importancia. Con la lógica, el
Estagirita se propone ensamblar todo su sistema para tratar de hallar
la verdad universal inscrita en los entes particulares.
El resultado más importante de la lógica aristotélica es esta doctrina del silogismo, que él considera el esquema de toda inferencia válida. Define y clasifica todas las formas válidas de silogismo, distinguiendo entre ellos los verdaderos y los meramente correctos. De hecho, un silogismo correcto sólo llega a la verdad si las premisas son verdaderas. Para demostrar la verdad de las premisas se puede recurrir a otro silogismo, pero dado que este proceso no puede continuarse hasta el infinito, es necesario que existan algunos principios supremos evidentes por sí mismos, que no necesitan demostración. Estos principios son: principio de identidad, principio de no contradicción y principio del tercero excluido.
Importante es también su doctrina sobre los conceptos. Un concepto tiene una extensión (ámbito de las cosas a las que se aplica) y una comprensión (el conjunto de las notas que lo caracterizan). Extensión y comprensión están en relación inversa. Según el grado de compresión y extensión, los conceptos se llaman predicables y universales, y se agrupan en cinco clases: pueden expresar el género de un objeto, su especie, la diferencia específica, las propiedades y los accidentes.
Cualquier predicado que podamos formular puede pertenecer a una de estas diez clases o categorías: sustancia, cantidad, cualidad, relación, tiempo, lugar, situación, condición, acción y pasión.
El resultado más importante de la lógica aristotélica es esta doctrina del silogismo, que él considera el esquema de toda inferencia válida. Define y clasifica todas las formas válidas de silogismo, distinguiendo entre ellos los verdaderos y los meramente correctos. De hecho, un silogismo correcto sólo llega a la verdad si las premisas son verdaderas. Para demostrar la verdad de las premisas se puede recurrir a otro silogismo, pero dado que este proceso no puede continuarse hasta el infinito, es necesario que existan algunos principios supremos evidentes por sí mismos, que no necesitan demostración. Estos principios son: principio de identidad, principio de no contradicción y principio del tercero excluido.
Importante es también su doctrina sobre los conceptos. Un concepto tiene una extensión (ámbito de las cosas a las que se aplica) y una comprensión (el conjunto de las notas que lo caracterizan). Extensión y comprensión están en relación inversa. Según el grado de compresión y extensión, los conceptos se llaman predicables y universales, y se agrupan en cinco clases: pueden expresar el género de un objeto, su especie, la diferencia específica, las propiedades y los accidentes.
Cualquier predicado que podamos formular puede pertenecer a una de estas diez clases o categorías: sustancia, cantidad, cualidad, relación, tiempo, lugar, situación, condición, acción y pasión.
La preocupación
metafísica de Aristóteles es a la vez crítica, con respecto a la de su
maestro Platón, y constructiva, puesto que se propone una nueva
sistematización. Lo que pretende con la metafísica es llegar a saber "de
los principios y de las causas primeras". Aborda los temas de la
metafísica en lo que él llama "filosofía primera" (prote philosophia), ciencia que considera el ser en cuanto ser (tò on e on).
Por ocuparse de las primeras y verdaderas causas, puede ser considerada
igualmente ciencia de lo divino, ciencia teológica (Theoldgiké épistéme).
Aristóteles rechaza la teoría platónica de las Ideas separadas de los entes de este mundo. Lo verdaderamente existente no son los "reflejos" de las Ideas, sino los entes individuales, captados por la inteligencia y en los que reside el aspecto universal. El ser es lo opuesto a la nada, uno y múltiple al mismo tiempo, pero cuando hablamos de ser en general lo hacemos de forma análoga.
Para explicar el cambio, (porque, en contra de Parménides, resulta evidente que el cambio y el movimiento se dan en el mundo), se vale de las nociones de acto y potencia, determinaciones primeras del ser. Ahora bien, con estas dos nociones sabemos cómo suceden los cambios o movimientos, pero no sabemos por qué. Ésto lo conocemos mediante las razones o causas del cambio, que Aristóteles concretiza en cuatro: causa material, causa formal, causa eficiente y causa final (o teleológica). Esta última es de gran importancia para el Estagirita, ya que está convencido de que todo existe para cumplir un fin, pues todo, por su propia inmanencia, busca su intrínseca perfección.
La ciencia metafísica de Aristóteles culmina en la teología, la cual se ocupa del ser que existe "per se", o sea, el ente en su sentido más pleno, la forma pura sin materia. Para probar la existencia de ese ser, apela a varios argumentos: "Entre las cosas que existen una es mejor que la otra; de allí que exista una cosa óptima, que debe ser la divina". Su argumento más conocido es el denominado de predicamento cosmológico: las cosas de este mundo son perecederas, y por lo tanto sufren cambio; este cambio acaece en el tiempo. Cambio y tiempo son, pues, imperecederos; mas para que se produzca el cambio o movimiento eterno ha de existir una sustancia eterna capaz de producir ese movimiento. Pero no podemos retrotraernos al infinito para buscar las causas de las causas, por lo que debemos llegar a un Primer Motor inmóvil. Este motor es Dios, concebido por Aristóteles como fuerza inmaterial inalterable. Ese Ser, sin embargo, no aparece en Aristóteles como creador del mundo, porque éste es eterno.
Aristóteles rechaza la teoría platónica de las Ideas separadas de los entes de este mundo. Lo verdaderamente existente no son los "reflejos" de las Ideas, sino los entes individuales, captados por la inteligencia y en los que reside el aspecto universal. El ser es lo opuesto a la nada, uno y múltiple al mismo tiempo, pero cuando hablamos de ser en general lo hacemos de forma análoga.
Para explicar el cambio, (porque, en contra de Parménides, resulta evidente que el cambio y el movimiento se dan en el mundo), se vale de las nociones de acto y potencia, determinaciones primeras del ser. Ahora bien, con estas dos nociones sabemos cómo suceden los cambios o movimientos, pero no sabemos por qué. Ésto lo conocemos mediante las razones o causas del cambio, que Aristóteles concretiza en cuatro: causa material, causa formal, causa eficiente y causa final (o teleológica). Esta última es de gran importancia para el Estagirita, ya que está convencido de que todo existe para cumplir un fin, pues todo, por su propia inmanencia, busca su intrínseca perfección.
La ciencia metafísica de Aristóteles culmina en la teología, la cual se ocupa del ser que existe "per se", o sea, el ente en su sentido más pleno, la forma pura sin materia. Para probar la existencia de ese ser, apela a varios argumentos: "Entre las cosas que existen una es mejor que la otra; de allí que exista una cosa óptima, que debe ser la divina". Su argumento más conocido es el denominado de predicamento cosmológico: las cosas de este mundo son perecederas, y por lo tanto sufren cambio; este cambio acaece en el tiempo. Cambio y tiempo son, pues, imperecederos; mas para que se produzca el cambio o movimiento eterno ha de existir una sustancia eterna capaz de producir ese movimiento. Pero no podemos retrotraernos al infinito para buscar las causas de las causas, por lo que debemos llegar a un Primer Motor inmóvil. Este motor es Dios, concebido por Aristóteles como fuerza inmaterial inalterable. Ese Ser, sin embargo, no aparece en Aristóteles como creador del mundo, porque éste es eterno.
Todos
los seres vivos se presentan a Aristóteles como poseedores de alma
(psyché), con lo cual se distinguen de los seres inanimados o
inorgánicos. Distingue tres clases de alma: vegetativa (propia de las plantas, pero presente también en los animales y en el hombre), sensitiva (propia de los animales y del hombre), racional
(exclusiva del hombre). Ésta tiene tres características: es causa del
movimiento del cuerpo, conoce y es incorpórea. Muere con el cuerpo, pero
permanece la nous, que es inmortal. Aristóteles distingue dos
intelectos: el intelecto activo -que es increado, inmortal y eterno; representa la capacidad de abstraer y conceptualizar-, y el intelecto pasivo, que viene a ser la capacidad del alma para aprehender las cosas.
Con respecto al conocimiento, Aristóteles no admite la reminiscencia de Platón, ni tampoco el innatismo. La mente al nacer es "tamquam tabula rasa", en la que nada hay escrito. El conocimiento comienza en los sentidos, como nos demuestra la experiencia. Las captaciones de los sentidos son aprehendidas por el intelecto pasivo, en forma de imágenes o fantasmas (phantásmata). Cuando el entendimiento activo procede a la abstracción surge el universal, generándose así el concepto. De esta forma llegamos al conocimiento suprasensible.
Con respecto al conocimiento, Aristóteles no admite la reminiscencia de Platón, ni tampoco el innatismo. La mente al nacer es "tamquam tabula rasa", en la que nada hay escrito. El conocimiento comienza en los sentidos, como nos demuestra la experiencia. Las captaciones de los sentidos son aprehendidas por el intelecto pasivo, en forma de imágenes o fantasmas (phantásmata). Cuando el entendimiento activo procede a la abstracción surge el universal, generándose así el concepto. De esta forma llegamos al conocimiento suprasensible.
Para
Aristóteles, la ética depende de la política, puesto que la conducta
individual ha de supeditarse a las exigencias comunitarias. El mundo de
la historia y de la cultura, y por ende también el de la ética y de la
política, no se rige por principios necesarios como las demás ciencias,
sino que sus principios generales se extraen de los juicios y de los
actos de conducta observados en los ciudadanos de una comunidad y de su
historia. Hay que atenerse a la realidad concreta. El grado de certeza
que se puede exigir es el que nos permite la movilidad y variedad de las
vicisitudes humanas. La ética de Aristóteles tiene un fin que se
resume en la búsqueda de la felicidad. Para algunos, la felicidad
consiste en los placeres; para otros, en las riquezas; pero el hombre
sabio la busca en el ejercicio de la actividad que le es propia al
hombre, es decir, en la vida intelectiva. Ello no excluye el goce
moderado de los placeres sensibles y de los demás bienes, con tal de que
no impida la contemplación de la verdad. Sobre esta base desarrolla
Aristóteles el concepto de virtud. La virtud consiste en el justo medio. Pero no se refiere a un medio matemático. Lo que quiere dar a entender es que el actuar del hombre debe estar regido por la prudencia o regla recta. Hay dos modalidades de virtud: las dianoéticas (que se refieren al ejercicio de la inteligencia) y las éticas (que se refieren a la sensibilidad y los afectos). Todas las virtudes son hábitos que se adquieren por medio de la repetición. La virtud por excelencia es la justicia, la cual consiste en el acatamiento de las leyes y en el respeto a los demás ciudadanos.
También para la política los criterios deben fundarse en la tradición, la cultura y el sentido común. Para Aristóteles el hombre es un "animal político" por naturaleza. Sólo los animales y los dioses pueden vivir aislados. La fuerza natural hacia la reproducción y la conservación inclina a los hombre a vivir unidos, primero en la familia, luego en la aldea (unión de varias familias) y finalmente en la ciudad-estado (ni muy pocos, ni demasiados habitantes). El buen funcionamiento de una ciudad-estado no se asegura solamente por aunar voluntades hacia un mismo fin; se requiere también de leyes sensatas y apropiadas que respeten las diferencias y eduquen a los ciudadanos para la responsabilidad civil dentro de la libertad (Aristóteles, en su mentalidad clasista griega, no concibe el derecho de ciudadanía ni para las mujeres ni para los esclavos). Existen tres formas de legítimo gobierno: monarquía (gobierno de uno), aristocracia (gobierno de los mejores) y república (gobierno de muchos). A esas formas rectas de gobierno se oponen la tiranía, la oligarquía y la democracia (Aristóteles entiende por "democracia" el gobierno de los pobres). No se puede decir cuál de las tres es mejor, pues la teoría concreta para un pueblo hay que deducirla de una indagación objetiva de las varias formas históricas de gobierno, y definir según las circunstancias cuál es más conveniente para un determinado estado (Aristóteles recogió y estudió las constituciones de 158 estados). En principio, toda forma de gobierno es buena si quien gobierna busca el bien de los gobernados.
También para la política los criterios deben fundarse en la tradición, la cultura y el sentido común. Para Aristóteles el hombre es un "animal político" por naturaleza. Sólo los animales y los dioses pueden vivir aislados. La fuerza natural hacia la reproducción y la conservación inclina a los hombre a vivir unidos, primero en la familia, luego en la aldea (unión de varias familias) y finalmente en la ciudad-estado (ni muy pocos, ni demasiados habitantes). El buen funcionamiento de una ciudad-estado no se asegura solamente por aunar voluntades hacia un mismo fin; se requiere también de leyes sensatas y apropiadas que respeten las diferencias y eduquen a los ciudadanos para la responsabilidad civil dentro de la libertad (Aristóteles, en su mentalidad clasista griega, no concibe el derecho de ciudadanía ni para las mujeres ni para los esclavos). Existen tres formas de legítimo gobierno: monarquía (gobierno de uno), aristocracia (gobierno de los mejores) y república (gobierno de muchos). A esas formas rectas de gobierno se oponen la tiranía, la oligarquía y la democracia (Aristóteles entiende por "democracia" el gobierno de los pobres). No se puede decir cuál de las tres es mejor, pues la teoría concreta para un pueblo hay que deducirla de una indagación objetiva de las varias formas históricas de gobierno, y definir según las circunstancias cuál es más conveniente para un determinado estado (Aristóteles recogió y estudió las constituciones de 158 estados). En principio, toda forma de gobierno es buena si quien gobierna busca el bien de los gobernados.
En cuanto a la poética y la retórica en este campo Aristóteles se aparta también de las teorías de Platón. Mientras Platón valora negativamente el arte del mimo o imitación de la naturaleza porque, según él, aleja a los hombres de la contemplación de la verdad, Aristóteles cree que la imitación
de la naturaleza ayuda a conocerla mejor. La imitación que lleva a cabo
el arte enriquece al hombre, y es precisamente la modalidad de la
imitación la que da lugar a las diversas artes. La atención preferente
de la Poética recae sobre la tragedia (naturalmente se refiere a la tragedia griega de su tiempo). A ella le atribuye una función catártica
o de purificación similar a la de algunas técnicas actuales
psicoterapéuticas: en lo recóndito del espectador afloran las pasiones
peligrosas retenidas; esas pasiones son personificadas en la escena por
los autores; por medio de este "espejo", el espectador las "vive",
interiorizándolas, para terminar liberándose, por una especie de
descarga, de la angustia opresora que esas pasiones producían.
Del mismo modo, si Platón consideraba la retórica como el arte de los sofistas, capaz de presentar como verdadero lo que es falso, Aristóteles la defiende sobre todo en el hombre político, pues de la destreza o torpeza con que sea practicada depende en muchas ocasiones la resolución positiva o negativa de asuntos importantes para la polis.
Finalmente Aristóteles distingue entre historia (que refiere lo que ocurrió), poesía (que refiere lo que pudo haber sucedido o pudiera suceder).
La influencia de Aristóteles en todos los campos de la filosofía se hizo sentir a lo largo de toda la Edad Media tanto en el mundo latino como en el árabe, y aún hoy día sigue viva en la tradición de la teología y filosofía escolásticas de la Iglesia católica.
Del mismo modo, si Platón consideraba la retórica como el arte de los sofistas, capaz de presentar como verdadero lo que es falso, Aristóteles la defiende sobre todo en el hombre político, pues de la destreza o torpeza con que sea practicada depende en muchas ocasiones la resolución positiva o negativa de asuntos importantes para la polis.
Finalmente Aristóteles distingue entre historia (que refiere lo que ocurrió), poesía (que refiere lo que pudo haber sucedido o pudiera suceder).
La influencia de Aristóteles en todos los campos de la filosofía se hizo sentir a lo largo de toda la Edad Media tanto en el mundo latino como en el árabe, y aún hoy día sigue viva en la tradición de la teología y filosofía escolásticas de la Iglesia católica.
http://www.fema.com.br/sitenovo/wp-content/uploads/2016/09/3-La-%C3%89tica-Bajo-La-Concepci%C3%B3n-de-Arist%C3%B3teles.pdf
Lo
mejor es salir de la vida como de una fiesta, ni sediento ni bebido. -
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http://www.citasyproverbios.com/citasde.aspx?autor=Arist%C3%B3teles#sthash.7PKwy4k5.dpuf
http://www.proverbia.net/citasautor.asp?autor=38&page=2
http://www.enciclonet.com/articulo/aristoteles/#
http://www.iiia.csic.es/~fbou/teaching/clases-logica1-2010/SilogisticaBadesa.pdf
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