Nombre que se le dio a la rebelión desencadenada en 1648 contra el gobierno del cardenal Mazzarino,
primer ministro durante la minoridad de Luis XIV de Francia. La
oposición a la regencia de Ana de Austria y de su todopoderoso valido se
manifestó desde el inicio de su gobierno en muy diversos frentes.
Tras la muerte del cardenal Richelieu , privado de Luis XIII, la aristocracia creyó poder recuperar el
poder perdido en el proceso de centralización monárquica llevado a cabo
por el cardenal y urdió continuas intrigas contra el nuevo primer
ministro. Mazzarino, que contaba con la protección inquebrantable de la
reina madre, actuó con extrema dureza contra los nobles levantiscos, lo
que acabó de enquistar la hostilidad de la alta nobleza. En las
provincias, las tendencias autonomistas de la aristocracia territorial
tendieron a acentuarse tras la desaparición de Richelieu. Mazzarino, sin
embargo, puso en marcha una política de centralización administrativa
supeditada a los intereses de la guerra con los Habsburgo de España y
Viena, que tendía a incrementar el absolutismo monárquico. Esto agravó
la oposición entre las pretensiones de independencia de los príncipes
territoriales y el gobierno del primer ministro. Por otra parte, la
nueva administración levantó también la hostilidad de los tribunales
soberanos (parlamentos de las ciudades, tribunales de impuestos y de
cuentas) y de los oficiales de la administración tradicional, que
comenzaron a organizarse en sindicatos influyentes, multiplicando las
manifestaciones de protesta contra las crecientes atribuciones de los
intendentes y comisarios reales. Estas oposiciones se enquistaron
progresivamente debido a las duras medidas fiscales que adoptó Mazzarino
para el mantenimiento de la guerra. Para frenar el déficit el cardenal
recurrió a los expedientes extraordinarios (venta de cargos, reducción
de rentas, préstamos forzosos, etc), al aumento de los tributos
tradicionales y a la creación de otros nuevos que afectaron
particularmente a la burguesía parisiense. La Fronda representó el
violento estallido de este descontento latente. En ella desempeñaron un
papel esencial como instigadores y dirigentes los procuradores de los
parlamentos, y especialmente del parlamento de París. Por su parte, la
nobleza quiso restaurar su tutela sobre la monarquía, incluso si para
ello era necesario buscar el apoyo de los enemigos exteriores de
Francia. Finalmente, la miseria reinante (se produjeron terribles
hambrunas) ,el aumento continuo de la presión fiscal y la
crisis general de la economía crearon entre las capas populares un
ambiente prerrevolucionario que fue aprovechado como fuerza de choque
tanto por la burguesía representada en los parlamentos como por la
nobleza. Estas diversas oposiciones tuvieron su único punto de
confluencia en el odio común hacia Mazzarino, sin que mediara nunca
entre ellas un programa común.
Primera Fronda o Fronda Parlamentaria
Se extendió de agosto de 1648 a marzo de 1649. El 13 de mayo de
1648 los procuradores del parlamento de París y los de los tribunales
soberanos se juramentaron para oponerse a las medidas fiscales dictadas
por el ministro de Hacienda de Mazzarino, el italiano Particelli
d’Émery. A pesar de la prohibición de Ana de Austria, los procuradores
permanecieron reunidos durante una semana en el palacio del Louvre. La
asamblea redactó una carta con 27 artículos cuyo contenido desmantelaba
la obra de centralización administrativa de Richelieu y Mazzarino,
colocando a la monarquía bajo el control de los procuradores. Este
documento fue acogido con entusiasmo en París. Ana de Austria, ante la
presión popular, tuvo que ceder a las exigencias de los procuradores
mientras ganaba tiempo. Unos días después, la noticia de la victoria del
ejército francés, al mando del príncipe de Condé, sobre los españoles
en la batalla de Lens recuperó momentáneamente el prestigio del
gobierno. Mazzarino aprovechó este momento para actuar contra los
procuradores, e hizo detener a tres de sus dirigentes más populares . La reacción popular fue inmediata y París se llenó
de barricadas. La regente tuvo que ceder y liberar al líder de los
procuradores, Broussel. Mazzarino se vio forzado a ratificar los 27
artículos en octubre de 1648 en una nueva maniobra para ganar tiempo
mientras preparaba la intervención del ejército contra los rebeldes.
Protegidos
por las tropas del príncipe de Condé, en enero de 1649 el cardenal y la
familia real huyeron de París para refugiarse en Saint-Germain-en-Laye.
Inmediatamente el parlamento de París se hizo cargo del gobierno y
declaró a Mazzarino enemigo público en los numerosos libelos contra el
cardenal que, conocidos como las mazzarinadas, circularon por
toda Francia. El ejército de Condé puso cerco a la capital, defendida
por la milicia urbana improvisada por los rebeldes. Sin embargo pronto
surgieron disensiones entre éstos. Los parlamentarios burgueses se
asustaron ante la agitación incontrolable del pueblo llano. Finalmente
decidieron pactar con la regente. En la Paz de Rueil (11 de marzo de
1649) Ana de Austria otorgaba el perdón general a los rebeldes, a cambio
del compromiso del parlamento de no celebrar más reuniones con los
tribunales soberanos. En agosto, la reina madre y el joven rey
regresaron triunfalmente a París, sin que de hecho se hubiera producido
ningún cambio sustancial en el gobierno.
Segunda Fronda o Fronda de los Príncipes
En enero de 1650 las ambiciones del general Condé reavivaron
nuevamente el movimiento. Alentado por sus numerosos éxitos militares y
por el crédito que ganaba ante la monarquía, Condé aspiraba a sustituir a
Mazzarino al frente del gobierno. Ana de Austria, protegiendo al
cardenal, hizo detener y encarcelar a Condé junto a otros dos príncipes,
Conti y Longueville. Los partidarios de Condé consiguieron salir de
París y trataron de sublevar a las provincias, al tiempo que entablaban
contacto con España. Se produjeron sublevaciones en Normandía, Poitou,
Guyena, Provenza y Borgoña, mientras en la frontera norte el general
Turenne se unía a la causa de Condé con su ejército. Mazzarino actuó
con celeridad. En octubre de 1650, el ejército real, al que acompañaban
la propia Ana de Austria y el cardenal, hizo capitular a Burdeos, centro
de la rebelión, y en diciembre derrotó al ejército de Turenne y a las
tropas enviadas por España a la región de Champagne .
Unión de las dos Frondas
La victoria de Mazzarino hizo temer al parlamento de París
porque ésta suponía el fortalecimiento de su poder y una vuelta al
despotismo del cardenal. Ello provocó la unión de las dos Frondas en
diciembre de 1650, unión que duró hasta septiembre de 1651. Los
parlamentarios, encabezados nuevamente por Broussel, retomaron el
programa de 1648 y exigieron la libertad inmediata de los príncipes, al
tiempo que urdían acuerdos con los nobles hostiles a Mazzarino.
El
3 de febrero de 1651 el parlamento de París exigió la destitución del
cardenal como primer ministro. Éste, consciente de que el odio contra
él era el único punto de coincidencia entre los rebeldes, decidió
autoexiliarse, marchando a Brühl, junto a Colonia. Con la marcha del
cardenal se produjo la separación de los frondistas. En septiembre, Luis
XIV fue declarado mayor de edad por el parlamento mientras Condé,
abandonado por sus partidarios, regresó a Guyena para continuar la
rebelión desde el sur.
Cuarta Fronda o Fronda de Condé.
La huida de Condé
desencadenó la última y más cruenta fase del conflicto. Condé negoció la intervención
militar de Madrid y consiguió la adhesión de algunas provincias
(Provenza, Berry, Anjou, parte del Poitou). De nuevo se trataba de un
frente muy heterogéneo cuyo denominador común era la hostilidad hacia
Mazzarino. Éste regresó a Francia en diciembre con un contingente de
7000 hombres reclutados en Alemania con su fortuna personal. El
Parlamento de París temió una nueva ofensiva del cardenal y condenó
tanto a Condé como a Mazzarino. Condé, que contaba con el apoyo del
ejército español en los Países Bajos, marchó hacia París. Turenne, que
había vuelto a la fidelidad al rey, se enfrentó a él en el barrio de
Saint-Antoine de París . Condé, derrotado, consiguió
sin embargo entrar en París, donde se hizo fuerte. La situación de
Condé en la capital se hizo insostenible. Desató la represión contra los
parlamentarios hostiles.
En agosto, Mazzarino, comprendiendo que
era su presencia lo único que separaba a París del rey, tomó de nuevo el
camino del exilio. En octubre, Condé huyó de París para refugiarse en
los Países Bajos españoles y Luis XIV y su madre hicieron su entrada
triunfal en la ciudad. La represión fue moderada pero Mazzarino esperó a
diciembre para regresar del exilio. El cardenal recuperó fácilmente las
riendas del gobierno, ya que en el país prevalecía el cansancio de la
guerra interior y exterior. Las últimas revueltas en las provincias
fueron sofocadas en los meses siguientes con facilidad. El final de la
Fronda supuso en realidad el fortalecimiento del poder monárquico contra
el que se había rebelado y la consolidación de Mazzarino como cabeza
indiscutible del gobierno. El cardenal supo así, con su política,
preparar el advenimiento del absolutismo monárquico que representó el
reinado de Luis XIV.
Bibliografía
-
BERTIER DE SAUVIGNY, G. de. Historia de Francia
-
GOUBERT, Pierre. Historia de Francia. Cambridge
-
MANDROU, Robert. Francia en los siglos XVII y XVIII
http://www.enciclonet.com/articulo/fronda-guerras-de-la/
- http://1651.forosactivos.net/t47-la-revuelta-de-la-fronda
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