Es imposible hablar de Tomás de Torquemada sin referirse al Gran Inquisidor, sin hablar de su vínculo con la forma de represión religiosa y política que se mostró como la más eficaz de la historia; La Inquisición española.
Torquemada reorganizó la vieja Institución que convirtió en su particular arma violenta para imponer su dictadura religiosa.
En su figura se aliaron fatalmente la virtud, la intolerancia y fanatismo religioso para generar sufrimiento humano. Un fiel siervo a Dios, sí, a la vez que un sádico asesino de miles de seres humanos, sobre todo de judíos conversos.
Torquemada preside
los primeros años de la nueva etapa de la Inquisición española, el
período más sangriento de los 300 años que había de durar la
Institución.
Su imagen siempre fue ambigua y oscura:
Fue tachado de arquetipo de virtudes por sus defensores mientras que sus detractores le consideran una de las figuras más sanguinarias de la historia de España.
- Fue el primer Inquisidor general de Castilla y Aragón y confesor de la reina Isabel la Católica.
- Instauró sádicos métodos de tortura que la Inquisición practicaria durante siglos, por los que se ganó el sobrenombre de ”El Gran Inquisidor”
- Contribuyó en gran medida a la expulsión de los judíos y los moriscos de España, en 1492
- Su legado ha llegado macabramente hasta el siglo XXI.
Torquemada fue un vallisoletano místico, profundamente fanático, que ansiaba el momento de llegar al poder para imponer su intolerante y antisemita visión de la religión católica a través del terror y la violencia.
Su ambición y fanatismo no tenian
límites, Torquemada fue escalando posiciones dentro de la orden
dominica. Desde monje cocinero en un monasterio de Valladolid, hasta
nada menos que confesor de la reina Isabel de Castilla.
Las circunstancias del contexto histórico ayudaron
en gran medida a que fraile dominico diera alas a su fanatismo y
pudiera acceder al poder. Su gran anhelo era limpiar al conjunto de la
sociedad de la herejía de los judíos conversos.
Fray Tomás de Torquemada
sólo necesitaba de un marco político favorable que le permitiera
desarrollar sus métodos purificadores, extremos y violentos, para que
fueran de utilidad pública. Todavía tuvo que pasar algún tiempo para que
llegara ese ansiado momento. Torquemada supo esperar y aprovechó
magistralmente el contexto político que le favorecía a sus 62 años.
A partir de convertirse en uno de los confesores y consejeros de Isabel la Católica, es cuando su figura alcanza una dimensión pública.
El proyecto político de alianza de los reinos de Castilla y Aragón desarrollado por los Reyes
Católicos se consolida con un extenso territorio, una bandera y una
única religión, la católica que se impone bajo la férrea mano asesina
de Torquemada verdugo que canaliza la histeria colectiva antijudía.
Sin estas circunstancias históricas
casi seguro que la vida de Torquemada hubiera seguido siendo simplemente
la de un religioso más. Lamentablemente, no fue así.
Fray Tomás de Torquemada
Pero vayamos al principio, Tomás de
Torquemada nace en 1420 en Valladolid en el seno de una famila
castellana católica aunque de orígenes judios. Ingresó muy joven en la Iglesia como miembro de la orden de los dominicos, en el convento de San Pablo, en Valladolid. Y en las oscuras soledades de la vida de monje desarrolló su carrera eclesiástica. Mediada la década de los 70, fue nombrado prior del convento de Santa Cruz, en Segovia.
Aquí comienza su carrerera de acención al poder eclesiástico.
Desde 1474 fue confesor de los Reyes Católicos. Su intachable carrera motivará su nombramiento como Inquisidor General de Castilla (2
de agosto de 1482) y de Aragón, Cataluña y Valencia (17 de octubre de
1482). Una carrera cósmica hacia el poder religioso absoluto que le
llevó a instaurar una dictadura religiosa.o.
A instancias de la reina Isabel la católica, logra obtener mediante bula del papa Sixto IV el cargo de primer Inquisidor General de Castilla en 1483. Al
frente de la Inquisición, Torquemada reorganizó y burocratizará la
Institución que tomará desde entonces un sesgo virulento iniciando una
etapa de feroz persecusión contra judios conversos y
musulmanes.Convencido de que los no católicos y los falsos conversos
eran capaces de destruir a la Iglesia y a los reinos de España,
Torquemada utilizó la Inquisición durante los 11 años siguientes para
investigar y castigar los llamados “marranos” (falsos conversos procedentes del judaísmo), moriscos, apóstatas en general, a una escala sin precedentes.
El papel decisivo de Torquemada en la gran expulsión judía
Tomás de Torquemada, ávido de aumentar las bases de su poder, convencerá a Isabel de Castilla de que la voluntad de Dios es que tanto musulmanes como, especialmente, judíos sean expulsados de España, lo que se concretará en la gran expulsión de 1492.
La comunidad judía sufría una fuerte y constante presión de la sociedad cristiana, o cristianos viejos lo que acabo acarreando la conversión al cristianismo de casi la mitad de los 400.000 judíos que habitaban en España, la otra mitad abandonó la península.
De tal manera que el dominico convertido en el nuevo Inquisidor General nombrado por el Papa y al servicio del Estado gozaría
a partir de entonces del monopolio absoluto del poder que había
esperando durante toda su vida para perseguir sádicamente a los herejes
La influencia de Torquemada en los Reyes Católicos era evidente
Fue Torquemada quien convenció a los Reyes Católicos de la conveniencia de que la nueva Inquisición dependiera solamente de la Corona y no del Papa.
Fray Tomás fue uno de los más firmes defensores de la expulsión de los judíos de España, animando a los Reyes Católicos a la firma del polémico decreto (marzo de 1492) que obligaba a la marcha de la importante comunidad sefardí de la península, creando un nuevo conflicto con los conversos que se quedaron.La opinión de Torquemada fue decisiva a la hora de animar a los Reyes Católicos a decretar la expulsión de los judíos no convertidos
Porqué se restaura la vieja Inquisición en España
Se restablece en Castilla en 1480 como respuesta al grave problema provocado por conversos, judíos y herejes, quedando bajo el directo control de la Corona, quien tenía derecho al nombramiento de inquisidores.
Ciertamente, muchos de los judíos conversos debían su nueva religión al miedo más que a la fe y su cristianismo era poco ortodoxo cuando no claramente fingido. Por otra parte, la envidia y la codicia de muchos cristianos viejos que
vieron como los nuevos cristianos conversos podian ocupar sus lugares
en la sociedad de cristianos viejos, les animaba a buscar cualquier
defecto en los nuevos cristianos y a seguir hostigando a los judíos que
aún no se habían convertido.
La misión, pues,
que los reyes encargaron a un hombre tan riguroso como Torquemada era la
de definir los objetivos y organizar los métodos de la nueva
Inquisición
Torquemada fue
el encargado de la reorganización y centralización de la institución y
los primeros años se cebaron contra judíos y conversos siendo los mas
sanguinarios durante los 300 años de existencia de la Institución.
Se redactan unas normas o instrucciones, se establecían tribunales del Santo Oficioen Ciudad Real, Sevilla, Jaén y Córdoba en la zona meridional parecían estar los focos.
Auspiciados por Torquemada, que desoía las críticas que se vertían contra sus métodos, el Santo Oficio se llenó de siniestros personajes
Hay mucha documentación que evidencia que él y la Inquisición española fueron responsables de una dictadura religiosa que
causó la muerte a miles de personas, cifras que no tenemos con
exactitud pero que podrian ser mas de 7000, sin contar a los
encarcelados y otras personas que si bien se libraron de la muerte
fueron sadicamente torturados.
El FIN DE TORQUEMADA
Desde Roma, se pedía moderación a sus excesos de limpieza por los que acabó siendo relevado del cargo. Posteriormente, renunció a los arzobispados de Sevilla y Toledo, que los reyes católicos llegaron a ofrecerle.
Prefirió retirarse al convento de
Santo Tomás de Ávila construido por su iniciativa, quizás por
remordimientos de conciencia, o lo más probable, por ya su débil salud.
Murió en Ávila el 16 de septiembre de 1498.
Le sucedió en el cargo de inquisidor general fray Diego de Deza, pero la Inquisición ya estaba consolidada y el mal ya estaba hecho.
Los 18 primeros años de Inquisición le
costaron de vida a 2.000 personas que fueron quemadas en la hoguera
(según las cifras más moderadas) y otras 25.000 fueron procesadas.
Tras su abolición, más de trecientos años más tarde, en el año 1834, la Inquisición marcó trágicamente la vida española con un sello de intolerancia, e introdujo en la modernidad una mentalidad, denominada inquisitorial, que habría de sobrevivirle hasta el siglo XX.
http://arquehistoria.com/tomas-de-torquemada-un-sadico-virtuoso-9134
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