lunes, 9 de marzo de 2015

EL REINO DE MACEDONIA.....SUS ORIGENES


Macedonia se dividía en dos regiones bien diferenciadas. Por un lado tendríamos la Baja Macedonia y, por otro, la Alta Macedonia. La Alta Macedonia es, prácticamente, una zona montañosa. Se dividía en varias regiones: Elimea, Oréstide, Lincéstide y Eordea. Los habitantes de estas tierras eran pastores trashumantes; Vivían dispersos en aldeas. Su Historia la conocemos gracias a Heródoto, Plutarco y Tucídides. La lengua macedonia no está escrita, por lo que no sabemos exactamente qué hablaban. Probablemente se tratara de algún dialecto del griego. Estas fuentes sitúan la estirpe originaria macedonia en las zonas montañosas, que conquistarían la zona baja. Esta expansión concluiría en torno al siglo VI a.C. Todos aquellos que se instalaron en las zonas bajas se dedicarían a la agricultura sedentaria; Mientras en las zonas altas mantendrían un sistema agropecuario, dividiéndose en pequeños pueblos.




Probablemente, colonias griegas como Pidna o Metona ejercerían cierta helenización en los macedonios. Lo cierto es que en el panteón macedonio encontramos a los dioses griegos, en la corte hay constancia de que se hablaba griego, los meses son griegos, las inscripciones de macedonia también están escritas en griego… Se ha especulado la posibilidad de que las cortes macedonias ejercieran cierta propaganda progriega, quizás porque se querían sentir griegos. Ellos mismos decían descender de la mitología griega. El antepasado común con estos sería Macedón, considerado como hijo de Eolo (Dios del viento). Si nos remitimos a las fuentes atenienses, los macedonios se gobernaban de una forma extraña. La monarquía macedonia, su casa real, tenía dos mitos de fundación: Por un lado, Temeno, hijo de Heracles y fundador de Argos, tendría un hijo, Perdicas, quien fundaría la casa real macedonia. Por otro lado, añadieron a Carano, también hijo de Temeno, como fundador. El parentesco con el propio Zeus sería lo que utilizarían los macedonios para poder acceder a los Juegos Olímpicos como griegos.
CARANO




                                                                    ZEUS

En cuanto al sistema político, Macedonia era una monarquía, que todos los habitantes aceptaban, pero en la práctica, sólo ejercía su poder en la Baja Macedonia. La Alta tenía sus propios reyes. Estos reyes supuestamente estaban sometidos al rey de la Baja, pero en la práctica no era así, pues ejercían su poder independientemente de las directrices emitidas por la Baja. Hubo gran cantidad de luchas dinásticas. La organización interna es muy mal conocida. Sabemos que la capital era la ciudad de Pela; Contaban con una asamblea primaria, la cual proclamaba el monarca (De hecho, si el rey no es proclamado por la asamblea no es legítimo). Esta asamblea también juzgaría los juicios por traición. Sólo el rey podía convocarla, no existía un consejo que lo hiciera. En cuanto al rey, tenía dos poderes a destacar: Por un lado, el religioso, dirigía las festividades y ofrecía los sacrificios a los dioses en nombre de todo el pueblo macedonio, y por otro lado, el poder militar; Era el comandante del ejército. Lo comandaba en persona y además luchaba como uno más. Por último, también designaba embajadores y dirigía las negociaciones de guerra y paz. Los macedonios no tenían derecho escrito, la ley era la palabra del rey. Existían unas normas por escrito (diagramma), pero el derecho, salvando las distancias, era por tradición, similar al derecho inglés o americano.
El rey posee bosques, minas, terrenos… en definitiva, es dueño y señor de todo. Recibía impuestos y acuñaba la moneda con su nombre. Equipaba al ejército, a diferencia de Atenas, que se equipaba cada uno de sus ciudadanos por su cuenta y riesgo. El rey estaba siempre rodeado por una serie de consejeros, llamados philoi (unos “amigos” que ejercían el consejo real). Estos ocupaban puestos dentro de la administración. O bien tesoreros, o bien los conocidos como somatophylakes, guardia personal.

                                                AMINTAS

El primer rey del que tenemos constancia es Amintas. Después de él llegaría Alejandro I.


                                                   ALEJANDRO I

 Este, durante la segunda guerra médica, se cambió al bando de los persas (aunque luego se justificara afirmando que, en el fondo, siempre estuvo del lado griego, ayudándolos desde las sombras…). Este rey conseguiría asegurar su dominio frente a la Alta Macedonia, siempre tan complicada de someter en su totalidad. Consiguió controlar sus fronteras. Sería gracias a él la razón por la que Macedonia participara en los Juegos Olímpicos, pues inició una política de helenización del mundo macedonio. Lo apodarían como Alejandro filoheleno. Tras su muerte llegaría un oscuro y largo periodo de declive que no levantaría cabeza hasta la llegada de Filipo II.

 Perdicas sería quien sucediera a Alejandro. A destacar de su gobierno sería el enfrentamiento que mantuvo con Atenas por el control de metales y madera. Este sería sucedido por Argelao, quien llegaría al poder tras deshacerse de los demás pretendientes al trono.


                                                  ARGELAO

Este nuevo monarca construyó fortalezas y caminos que mejorarían el control y la comunicación de Macedonia. Estas infraestructuras fueron construidas de tal manera que Pela, la capital, quedaba como punto neurálgico. Su política exterior se concentró en mantener buenas relaciones con Atenas y la Alta Macedonia; Esta última por controlar las fronteras frente a los ilirios. Tras este monarca llegaría una nueva crisis. Luchas internas, batallas contra los hilirios, enfrentamientos contra los beocios… En definitiva, en el largo periodo de siete años se sucedieron cuatro monarcas (Orestes, Eropo, Pausanias…) que se dedicaron más al enfrentamiento entre ellos que a dirigir políticamente el reino. 


                                                  AMINTAS III

 Sería entonces cuando llegaría al trono Amintas III, que mantendría su figura en el trono durante unos veintitrés años. Durante su reinado, el rey de los ilirios, Bardilis, bajo la confederación calcídica, ocupó el reino por la Alta Macedonia llegando hasta la ciudad de Pela. Amintas III, con la ayuda de los tebanos, conseguiría reconquistar su reino

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                                             ALEJANDRO II

 Tras su muerte, considerablemente violenta, llegaría al trono Alejandro II, quien sería asesinado en el año 368 a.C. por uno de sus propios parientes, quien le sucedería en el trono. En este contexto, los atenienses comenzaron a atacar a los beocios, que eran aliados de los propios macedonios. La debilidad del ejército macedonio quedó en evidencia, pues no sólo los atenienses conquistaron gran parte de Beocia, sino que el nuevo rey macedonio, Perdicas, inició una campaña de defensa frente a los ilirios que acabaría en desastre en el año 360 a.C. Esto abrió un periodo de confusión interna hasta la llegada del conocido Filipo II, que en Octubre del mismo año ascendería al trono


                                               FILIPO II
 http://intrahistoria.com/los-origenes-del-reino-de-macedonia/
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AMERICO VESPUCIO...UN NOMBRE PARA UN NUEVO MUNDO



Américo aprendió mucho al lado de su tío, Giorgio Antonio, quien frecuentaba la Casa de los Medicis, alto lugar de la cultura florentina. Los pintores florentinos de la época, tales como Leonardo da Vinci y Sandro Botticelli, se interesaron mucho por la familia Vespucio.Era el 9 de marzo de 1454 cuando nació en Florencia Américo Mateo Vespucio, hijo de Nastagio Vespucio, notario, y de Lisa Andrea Mini. Muy rápidamente, Américo y sus hermanos y hermana, Girolamo, Bernardo y Agnoletta, fueron abandonados por su madre que prefería ocuparse del primogénito Antonio.

Entre 1478 y 1480, el tío de Américo, jurista de renombre, decidió llevarlo a Francia para servirle en calidad de secretario de embajada. Esta estancia en París permitió a Américo entrar en contacto con los personajes más ilustres de la Corte francesa y numerosos comerciantes florentinos, venidos a Francia por sus negocios.
En la capital francesa, Américo encontró seguramente a Bartolomé Colón, que había venido a solicitar al rey Luis XI una ayuda para su hermano en sus proyectos de descubrimiento de una nueva ruta para las Indias.
En 1482, el padre de Américo murió y esto lo obligó a regresar a Italia para ocuparse de la sucesión familiar, como lo había pedido Nastagio en su testamento.



Obtuvo enseguida un puesto de intendente en la Maison de Lorenzo de Pier Francesco (llamado el "Popolano"), una de las ramas de la familia Medicis.
La Maison de Lorenzo de Pier Francesco era el lugar de encuentros y discusiones de los poetas, de hombres de letras, de filósofos, de científicos y pintores de Florencia. En el transcurso de estas reuniones se discutía sobre las diferentes razas y la posible existencia de tierras al sur del Ecuador.
Américo no tenía muchas relaciones con su familia, excepto con su hermano menor Bernardo por quien tenía mucho afecto. Amigo de las mujeres, pero enemigo del matrimonio, Américo mantenía relaciones efímeras con muchachas alegres.







La familia Medicis hizo comercio en toda la península ibérica. En septiembre de 1489, el comunicante de Lorenzo de Pier Francesco le informó de la mala gestión de las cuentas de Sevilla. El "Popolano" decidió entonces enviar hombres de confianza para restablecer el orden.
Es así que Américo se reunió con Juanoto Berardi en la capital andaluza a comienzos del año 1492.

Desde más de diez años, Juanoto Berardi , trabajando para los Medicis, era el comerciante florentino más influyente en Andalucía.





En abril de 1492, en el momento en que Cristóbal Colón y los Reyes Católicos firmaban las "Capitulaciones de Santa Fe" en Lugo, Berardi y Francesco Riberol (futuro banquero y amigo de Colón) esperaban ellos también para firmar un tratado que les autorizara a conquistar la isla de Palma.
No se sabe si Vespucio encontró a Colón en esta ocasión. Pero es cierto que él estaba presente en Barcelona cuando el Almirante fue recibido triunfalmente de su primer viaje. Desde este día, Américo Vespucio y Cristóbal Colón mantendrían relaciones comerciales los primeros tiempos, después de amistad y de real confianza.

Al servicio de Berardi, Vespucio tomó parte en la tripulación de la segunda flota de Colón en ruta para las Indias, la cual reprendió la mar en Cádiz el 25 de septiembre de 1493.


Al comienzo del año 1494, Bartolomé Colón se puso de acuerdo con Berardi y Vespucio para preparar el viaje que debía emprender en abril. Los acuerdos comerciales consistían en cargas de esclavos negros.

A fin del año 1495, Berardi murió. Pero eso no detuvo para nada a Américo Vespucio quien llevó una flota de 4 navíos que salieron a la mar en febrero de 1496. Pero las naves naufragaron cerca de las costas de Cádiz, Rota y Tarifa.
En junio de 1496, al momento en que Vespucio dio cuentas de su naufragio, Cristóbal Colón regresaba de su segundo viaje y entabló con el florentino grandes relaciones.





Que Vespucio se interesara por el Nuevo Mundo entrevistado con Cristóbal Colón, el hecho es innegable. Pero la principal cuestión que se hacen los historiadores es el número de viajes que el florentino hubiese realizado realmente. El nombre de Vespucio no figura en ninguna lista de tripulación y la única cosa que sabemos de sus viajes, la conocemos a traves de sus cartas.

En la primera de sus cartas, Mundus Novus, que dirige a Lorenzo de Pier Francesco en el mes de mayo de 1503, Vespucio cuenta su viaje bajo pabellón portugués. Habría dejado Lisboa el 14 de mayo de 1501, pasado el Cabo Verde y desembarcado sobre la "Tierra Firme" (entre Venezuela y Brasil). Él da cuenta de su impresión de encontrarse frente a un Nuevo Mundo.
La segunda carta de Vespucio está dirigida el 4 de septiembre de 1504 a Piero Solderini, Magistrado supremo de la República Florentina. Describió cuatro viajes hacia el Nuevo Mundo: Los dos primeros al servicio de los Reyes Católicos, y los otros dos al rey Don Manuel I de Portugal.



- Cádiz, 18 de mayo de 1497 - 15 de octubre de 1498: Vespucio afirma haber tocado la Tierra Firme (16°N - 90°O), lo que retiraría a Cristóbal Colón la primacía del descubrimiento del continente americano. Pero los relevamientos no corresponden a ningún punto de la costa sino a un lugar que se encuentra en el interior de Honduras.

- Cádiz, 16 de mayo de 1499 - 8 de septiembre de 1500: Esta expedición coincide con la de Hojeda que pasa por Trinidad y Honduras.


- Lisboa, 10 de mayo de 1501 - 7 de septiembre de 1502: Es el viaje que describe en "Mundus Novus" donde habría sido el piloto de la expedición. Según esta versión, el objetivo del viaje era la búsqueda de un pasaje al sudoeste en una latitud que estaría cerca del estrecho de Magallanes.


- Lisboa, 10 de mayo de 1503 - 18 de junio de 1504: Este viaje no es fácil de identificar. Tal vez corresponde al de Gonzalo Coello.

Las cartas dirigidas a Lorenzo de Pier Francesco son diferentes. Las rutas indicadas en las dirigidas a Solderini no se corresponden más.


Que Vespucio haya participado de los viajes al Nuevo Mundo es cierto. Pero el número de viajes, las fechas y lo que él describió es muy incierto.

Sin embargo, los geógrafos, los astrónomos, los eruditos y los comerciantes pueden descubrir en las cartas de Vespucio informaciones preciosas (el uso de la coca, combates con tribus caníbales, la descripción de animales desconocidos, la utilización de la hamaca, etc...).

A fin del año 1504, Vespucio se encuentra en Sevilla. La ciudad ha sufrido grandes cambios. Su amigo Cristóbal Colón cayó en desgracia; la reina Isabel la Católica está muerta.


Vespucio no se hacía valer más que por su talento de escritor, entonces pasa también por un charlatán.

No obstante, en febrero de 1505, el rey de España nombra a Vicente Yáñez Pinzón y Américo Vespucio, capitanes de una próxima expedición hacia las Indias. Durante un año los dos hombres preparan el viaje, pero en noviembre de 1506 el rey Fernando muere y el proyecto es abandonado.

En 1507, Vespucio trabaja para la "Casa de Contratación" de la que deviene primer piloto. Su trabajo consistía en designar los pilotos y dibujar las rutas de las futuras expediciones. Esta tarea le impide navegar. Vespucio que esperaba ver con sus propios ojos otras maravillas debe contentarse de los relatos de otros descubridores.
Américo no tuvo más contactos con su familia. Su madre murió en 1509 y él mantuvo entonces algunas relaciones con sus hermanos Bernardo y Antonio.
El 9 de abril redacta su testamento en el cual hace de sus hermanos sus herederos. Desde esta fecha la historia ha perdido el rastro de la vida de Vespucio. No sabemos nada más de él hasta que muere el 22 de febrero de 1512, posiblemente de las consecuencias de la peste que asoló Sevilla en 1510.



Américo Vespucio estaba muerto, pero su nombre iba a hacer correr mucha tinta. Todos saben que el continente americano fue bautizado a partir del nombre del navegante florentino. ¿Pero cómo se ha llegado ahí si todo el mundo admite que fue Cristóbal Colón el primero en haber puesto el pie sobre el continente americano?
Cristóbal Colón habría desembarcado en Venezuela y se habría encontrado frente al Orinoco. Pensando haber desembarcado una vez más sobre una de las numerosas islas del Caribe, renuncia a explorar esta nueva tierra. Pero los datos que consigna en su diario de a bordo confirman que sin duda él había hecho pie sobre el continente.


¿Entonces por qué no haberlo bautizado "Colombia" ?
Este "error" geográfico, esta "impostura" dirían algunos, la debemos a un geógrafo de Saint Dié en Francia. En esta pequeña ciudad de los Vosgos, en Lorraine, un imprentero de nombre Gauthier Lud decide en 1507 reeditar la "Cosmografía de Ptolomeo", la obra geográfica de referencia de esta época.
Los numerosos descubrimientos de estos últimos años implicaban que se la corrigiera. Para trazar y grabar los nuevos mapas se hizo llamar a un joven geógrafo de nombre Martin Waldseemüller.


¿Sobre qué bases iría a apoyarse para la descripción de estas nuevas tierras? Es entonces que se recordó que un cierto Américo Vespucio fue el primero en haber escrito del Nuevo Mundo en su carta de 1503 titulada "Mundus Novus".
Es así que el 25 de Abril de 1507, una obra de 52 páginas fue publicada, en la cual aparecen los mapas de las tierras nuevamente descubiertas y los relatos de los 4 viajes de Vespucio.


El nombre de Vespucio aparecía sobre la tapa de la obra como siendo el descubridor del Nuevo Mundo. En el interior del libro, se decía que Américo había sido el primero en revelar estas tierras al mundo.

Waldseemüller menciona también la cuarta parte de la tierra (hasta entonces sólo 3 continentes se conocían; América sería la cuarta) y agrega como proposición personal, "que podría llamársele en adelante tierras de Américus o América, ya que es Américus quien las ha descubierto".
Es entonces el 25 de abril de 1507, que fue bautizado el Nuevo Mundo. Porque es esta proposición de un geógrafo de provincia que la historia va a retener.


Qué injusticia dirán algunos. Pero en esta época nadie tenía nociones precisas del continente. Ni siquiera Cristóbal Colón quien creyó hasta su muerte haber navegado entre las numerosas islas de las Indias.
Entonces este nombre de América propuesto por Waldseemüller, tan potente fonéticamente, iba a imponerse pronto y a ser adoptado en algunos años por todos aquellos que descubrirían el Brasil, Chile, la Argentina y todo el Nuevo Mundo.
 http://www.americas-fr.com/es/historia/vespucio.html


viernes, 6 de marzo de 2015

VALENTINA TERESHKOVA....la primera mujer del espacio

 

              Valentina Tereshkova

El 16 de junio de 1963 despegó el vuelo que mostró al mundo que las mujeres también son capaces de conquistar el universo. La primera mujer cosmonauta fue Valentina Tereshkova, nacida el 6 de marzo de 1937 en la provincia de Yaroslavl. Tras abandonar la escuela, trabajó en una fábrica de neumáticos y más tarde estudió ingeniería. También practicó paracaidismo, especialidad en la que acumuló unos 90 saltos.
Después de los primeros vuelos al espacio realizados exitosamente por los cosmonautas soviéticos, Serguéi Koroliov decidió que había llegado la hora de lanzar una mujer al espacio. A principios de 1962 inició la selección de aspirantes: las paracaidistas tenían que tener menos de 30 años, medir menos de 170 cm y pesar menos de 70 kg. Cinco jóvenes fueron seleccionadas, Valentina Tereshkova entre ellas.



Durante los entrenamientos, que finalizó con excelencia, se entrenó para aumentar la resistencia del organismo a las condiciones del vuelo espacial. Los entrenamientos incluían la cámara térmica, donde había de permanecer con un traje de vuelo a temperatura de 70 grados centígrados y humedad de 30 por ciento; así como la cámara de privación sensorial, donde los futuros cosmonautas, privados de todo contacto con el mundo exterior, debían pasar 10 días. Asimismo pasó el entrenamiento en ingravidez y se preparó para el aterrizaje en tierra y mar con paracaídas.
En un principio se planearon dos vuelos simultáneos con tripulación femenina, pero en marzo de 1963 el proyecto fue rechazado y tan solo se aprobó un viaje con una tripulante. Esta mujer fue Valentina Tereshkova, hija de obreros, cuyo padre cayó heróicamente en la llamada guerra finlandesa.



La cosmonauta emprendió su primer vuelo el 16 de junio de 1963 en la nave Vostok-6. En ese momento ya estaba en órbita la nave Vostok-5, pilotada por el cosmonauta Valeri Bykovski. El día de su viaje espacial, Valentina dijo a sus familiares que se iba a unas competiciones de paracaidistas. Fue por radio como su familia se enteró del vuelo.
El nombre en clave durante la misión de la cosmonauta fue Chaika (“gaviota en español). Según recordaba su instructor, Tereshkova empezó el vuelo de una manera excelente, todas las operaciones las hizo correctamente, como el propio Yuri Gagarin en el primer vuelo espacial tripulado de la historia. Sin embargo, ya en la órbita, Tereshkova no pudo orientar la nave correctamente debido a un fallo en el sistema y no se le permitió tomar el control manual de la nave, tal y como estaba planeado para el aterrizaje.



Pero, tras tres días, con el aterrizaje en el territorio de Altái el vuelo finalizó con éxito. A pesar de los vómitos e incomodidades que sufrió, Tereshkova pudo aguantar 48 vueltas alrededor de la Tierra. Pasó casi tres días en el espacio, mantuvo el cuaderno de bitácora y tomó fotografías del horizonte que luego ayudaron a descubrir los aerosoles atmosféricos.
A pesar del éxito de Valentina Tereshkova, solamente dos mujeres rusas siguieron sus pasos, aunque sus hazañas también fueron ejemplares: Svetlana Savítskaya, la primera mujer cosmonauta en realizar una caminata espacial; y Elena Kondakova, que estuvo trabajando en órbita durante 169 días.
Después de su histórico vuelo, Valentina Tereshkova se graduó en ingeniería espacial en 1969 y ejerció casi 30 años de instructora de cosmonautas. En 1977 recibió el grado científico en ingeniería. Siendo una persona famosa y prominente, Valentina Tereshkova desempeñó diversos cargos políticos y fue condecorada con prestigiosos premios de la Unión Soviética y de otros países.
En  1997, Tereshkova se retiró de la Fuerza Aérea y desde entonces trabaja como colaboradora científica jefe en el Centro de Preparación de Cosmonautas. Su carrera espacial no significó el sacrificio de su vida personal. Valentina Tereshkova contrajo matrimonio con el también cosmonauta ruso Andrián Nikoláyev y en 1964 nació su hija Yelena, ahora doctora en medicina. Se casó en segundas nupcias con Yuli Sháposhnikov, destacado cirujano.




Actualmente Valentina Tereshkova es política, diputada de la Duma regional en la ciudad de Yaroslavl, pero todavía sueña con un vuelo cósmico. “¡Volaría con mucho gusto a Marte!”, confesó en una entrevista al diario ruso Sobesédnik. “Durante muchos años estuve interesada en todo lo que tiene relación con Marte. ¡Si pudiera llevarlo a cabo, volaría allí e incluso no regresaría!”
 http://rusopedia.rt.com/personalidades/cosmonautas/issue_77.html




ALEJANDRO YPSILANTIS ... GUERRA DE LA INDEPENDENCIA DE GRECIA

La revolución de Grecia de 1821 surgió en el clima de las Revoluciones de 1820 pero tuvo un cariz muy distinto al de resto de países. Las diferencias entre la nación griega y el Imperio Otomano eran más que evidentes, por lo que los griegos, encabezados por Alejandro Ypsilantis y Dimitros Ypsilantis, proclamaron la independencia de Grecia en 1822 en el teatro de Epidauro (Grecia).



                      Salida de Messolonghi de Theodoros Vryzakis

A partir de aquí se produciría una reacción en cadena. Por un lado, el Sultán del Imperio Otomano se alió con Egipto para paliar la rebelión griega. Esto hizo que Reino Unido, Francia y Rusia apoyasen militarmente a Grecia. Sin embargo, el apoyo no fue suficiente, ya que estaban luchando prácticamente solos. El motivo es que, aunque cuando estalló la revolución, Europa entera se conmocionó con las atrocidades realizadas por el Imperio Otomano, los gobiernos de Francia y del Reino Unido desconfiaban de las intenciones de Rusia y de la veracidad del conflicto.
En resumen, las primeras contiendas fueron matanzas otomanas que encontraron poca resistencia por parte de los griegos.
El problema se agravó cuando la escisión existente dentro de los dirigentes griegos, quienes no eran capaces de formar un gobierno estable, se juntó con la intromisión egipcia a favor de los turcos. Parecía que todo estaba perdido, pero en 1827, contra todo pronóstico, los helenos consiguieron aprobar una Constitución republicana en la Asamblea Nacional.



Ese mismo año, las potencias europeas acordaron intervenir en la zona de los Balcanes y eliminaron a la flota turca el 20 de octubre de 1827. Aprovechando esta coyuntura, el ejército francés se desplazó hasta Grecia para apoyar militarmente a los rebeldes griegos. Mientras tanto, los rusos ejercían una importante presión económica y militar que ahogaba a los turcos.
La situación era imposible de mantener, por lo que el Imperio Otomano pidió un tratado de paz.



Este se consumó con la firma del Tratado de Adrianópolis en 1829, que finiquitaba las guerras ruso-turcas y las posibles aspiraciones rusas en el sureste de Europa. Además, el Imperio Otomano aceptó conceder la independencia a Grecia y permitir el libre tránsito por los estrechos del Bósforo y Dardanelos.
Pero en 1830, las aspiraciones republicanas griegas se frenaron en seco. Francia, Rusia y el Reino Unido suscribieron el Protocolo de Londres, por el cual la Constitución griega se anulaba y la independencia de Grecia dependía de su protección. Además, el territorio que los griegos consiguieron fue bastante inferior de lo que aspiraban a lograr.
En definitiva, la independencia de Grecia fue un éxito relativo. Aunque consiguieron deshacerse del yugo otomano, no fueron capaces de disponer de un gobierno liberal, tal y como querían. La intromisión de las potencias europeas les forzó a adoptar un sistema monárquico que duraría varias décadas. En comparación con las demás Revoluciones de 1820, la de Grecia fue la más exitosa, ya que al menos lograron mantener su independencia frente al gran Imperio Otomano.

http://redhistoria.com/la-guerra-de-independencia-de-grecia-en-1821/#.VPntKS7uGnM

jueves, 5 de marzo de 2015

LAS GALERAS ...PRIMERA CÁRCEL DE MUJERES 1644


            
No cabe duda (aunque no siempre se reconozca así) de que, en la actualidad, la mujer sufre los efectos de una discriminación, apreciables en los más diversos campos: el laboral, el familiar ... y un larguísimo etcétera. Mas lo que ocurre hoy ocurrió también ayer. Y, por supuesto, nuestros siglos XVII y XVIII no constituyen la excepción que confirma tal regla.
Pues bien,la desigualdad entre uno y otro sexo tuvo también su reflejo en la esfera de las leyes penales. En efecto, nuestros monarcas, celosos en defensores de la fe católica, se preocuparon por encauzar las costumbres de sus súbditos de la manera más acorde posible con los preceptos morales de esa fe. Y así, dictaron toda suerte de disposiciones para reprimir los «escándalos» o «desórdenes públicos» entre hombres y mujeres. Ahora bien, al llegar a este punto quizá es hora de preguntarnos si realmente hubo diferencias de trato, puesto que los «escandalosos» a que afectaban esas medidas eran tanto aquéllos como éstas. Pues las hubo. Y grandes, porque, además de que en la práctica se actuaba con un criterio favorable al varón, para el demandado sexo débil (y sólo para él) se ideó, en el siglo XVII, una cárcel que, por semejanza de (las galeras que navegan por el mar), se denominó «la galera de las mujeres».



La galera de mujeres
 Lo curioso es que la inventora de esta galera fue precisamente la fundadora de la «Casa de la Probación» de Valladolid, es decir, una mujer, «virtuosa y opulenta», según la describen sus contemporáneos (y tal vez «resentida», añadiría yo). La madre Magdalena de San Jerónimo, este era su nombre, estaba francamente preocupada porque las mujeres de su época habían perdido el temor a Dios y a la justicia y andaban haciendo un tremendo estrago en los «pobres» hombres. Pero ... ¿todas las mujeres? Indudablemente, no. Aún las había «buenas y honestas». Y, para evitar malas interpretaciones, la madre Magdalena enumeraba a las que, en su opinión, merecían el calificativo de «perdidas». Enumeración a todas luces exagerada, porque en la misma se incluía no ya a las féminas que, llegada la noche, «salían como bestias fieras de sus cuevas a buscar la caza» y hacían caer a los hombres en gravísimos pecados, o, bajo el pretexto de ejercer un oficio honrado, abrían tiendas «de ofensas a Dios», o, incluso, vendían muchachas «concertando el tanto o más cuanto como ovejas para el matadero», sino a las que estando sanas para el trabajo daban en pedir limosna, cargadas con criaturas para mover a lástima, «aunque algunas nunca parieron», y a las «mozas de servicio».
¿Cómo remediar, entonces, semejante panorama? La madre Magdalena, tras muchas horas de piadosa meditación, creyó hallar dos soluciones al problema. La primera (y la principal, puesto que atajaba el mal en sus principios) consistía en la creación de unos colegios donde las niñas huérfanas fueran enseñadas con «cristiandad y policía» (obsérvese la extraña mezcla de términos), quitándolas «del peligro de perderse, de los cantares y bailes deshonestos y otras muchas malas inclinaciones» en que se habrían criado. La segunda estribaba en la construcción de casas-galeras para recluir en ellas a las mujeres ya «perdidas». 


                           Reglamento estricto
¿Qué era, cómo funcionaba y qué se pretendía con la «Galera de las mujeres»? La madre Magdalena, precavida y minuciosa (como buena monja), nos detalla todos estos extremos en una obrita que se publicó en 1608 (aunque fue escrita antes) y cuya importancia radica en constituir el primer reglamento formado para las cárceles de mujeres. Sigamos, pues, a la bienintencionada religiosa:
«Hase de tomar una casa -dice- en sitio muy conveniente, pero no muy sólo ni muy alejado del pueblo por los grandes inconvenientes que de ello se podría recrecer. Esta casa ha de ser fuerte y bien cerrada, de manera que no tenga ventana ni mirador a ninguna parte ni sea sojuzgada de otra casa ninguna.»
En el edificio se había de poner «poco aparato»: un dormitorio, una sala de labor, una «pobre despensa», una cárcel secreta «donde en particular sean castigadas las rebeldes incorregibles», una capilla, un pozo y una pila para lavar.
Por otra parte, la galera debía contar con «todo género de prisiones, cadenas, esposas, grillos, mordazas, cepos y disciplinas de todas hechuras de cordeles y hierros» para que las reclusas, «de sólo ver estos instrumentos», se atemorizaran y espantaran.
La administración y gobierno de la cárcel corría a cargo de cinco personas: un hombre «casado de satisfacción», con nombre y oficio de alcaide; su legítima esposa («que sea honrada y de caudal»), una rectora, una portera y una maestra.
Construida la galera y nombrado su personal directivo, la justicia de la ciudad correspondiente tenía que dar, con la solemnidad acostumbrada, el siguiente pregón:
«Que ninguna mujer se atreva a andar vagando, ni ociosa, ni estar sin amo; porque la que así se topare será llevada a la galera y castigada conforme lo mereciese, y para que venga a noticia de todas y busquen amo a quien servir se les da de término seis días.
Item, que en entrando cualquiera moza forastera en el tal lugar vaya ya derecha a la galera a presentarse y a avisar a la mujer del alcaide, como busca casa adonde servir, so pena que la que toparen sin amo y sin haberse ido a registrar estará tres días en la galera en pena y castigo de su descuido.





Transcurrido el mencionado término los alguaciles estaban obligados a prender a todas las mujeres «perdidas» que encontraran «de noche por las esquinas, cantones, portales, caballerizas y otras partes semejantes, y de día en las casas donde se dan limosnas, en posadas, mesones, campos y huertas», presentándolas ante el corregidor, quien mandaría encerrarlas en la galera durante quince días, un mes o un año, según «la culpa lo demandare».
Al ingresar en el temible establecimiento, a las pobres mujeres se les quitaban sus vestidos y galas y se les rapaba la cabeza. Estos lamentables trámites constituían el punto de partida de una nueva «vida» (si se le puede llamar así) para las reclusas.
Efectivamente, desde tal instante éstas quedaban sujetas a unos penosos deberes: permanecer en la galera durante el término prefijado por la justicia sin posibilidad alguna de comunicación con el exterior, llevar un ridículo uniforme (integrado por una «escofia de angeo gordo», un «sayuelo alto» de paño aburielado, una «saltembarca colorada o amarilla» y unos zapatos -de vaca o carnero-- abrochados) y guardar rigurosamente el orden y la disciplina.
En este último punto la madre Magdalena se mostraba inflexible:
«El alcaide -escribía- y las demás personas a cuyo cargo está el gobierno de la galera han de procurar tener a raya estas mujeres, si quieren valerse con ellas, y así, si blasfemaren, o juraren, pónganlas una mordaza en la boca; si alguna estuviese furiosa, échenla una cadena; si se quiere alguna salir, échenla algunos grillos, y pónganla de pies o cabeza en el cepo, y así amansarán; y dándoles muy buenas disciplinas delante de las otras, escarmentarán en cabeza ajena y temerán otro tanto. Conviene también que de noche duerman algunas de las inquietas con alguna cadena o en el cepo ... , porque no estarán pensando sino por dónde irse, o cómo podrán aporrear a las oficialas, o mesarse unas a otras y hacerse cuanto mal pudieren.»
Sin embargo, los derechos de que «disfrutaban» las reclusas eran mínimos: a la alimentación (consistente en «pan muy bazo y negro» o bizcocho, una tajada de queso o un rábano, una escudilla de berzas o nabos y, alguna vez que otra, un trozo de carne), al equipo carcelario (formado por una cama de tablas, jergón de paja, un cabezal de la misma materia y una o dos mantas pardas) y a su liberación, una vez transcurrido el término señalado.
Las normas para el desenvolvimiento de la vida carcelaria eran bien simples. La custodia interior de los locales estaba encomendada a las mismas personas que tenían a su cargo el gobierno y administración de la galera. Las enseñanzas de las «oraciones y doctrina cristiana» corrían de cuenta de la maestra. Para la asistencia espiritual el alcaide había de pedir -de cuando en cuando- a algunos religiosos que, «de caridad», vinieran a decir algún sermón y a confesar a las reclusas. No obstante, al capellán, «por más santo que sea», le estaba absolutamente prohibido hablar con éstas. Y el trabajo penitenciario-...tenía un doble objetivo: eliminar el ocio y sufragar los gastos de la galera.
Y la madre Magdalena no olvidó tampoco consignar el castigo que habían de recibir las «perdidas» recalcitrantes:
«Cuando alguna de estas mujeres saliere de la galera con mandamiento de la Justicia -expresaba- se le avise con veras que se guarde no volver otra vez a la dicha galera, porque se le dará la pena doblada y será herrada y señalada en la espalda derecha con las armas de la ciudad o villa donde hubiera galera, para que así sea conocida y se sepa haber estado dos veces en ella. Y si alguna fuere tan miserable que venga tercera vez a la galera, el castigo será tresdoblado, con protesta y apercibimiento que si fuere tan incorregible que venga la cuarta vez será ahorcada a la puerta de la misma galera.»
                            
El reglamento de las cárceles de mujeres, pues, era duro. Tremendamente duro. Una simple ojeada al mismo basta para convencerse de que sus destinatarias quedaban no ya sometidas a unas espantosas condiciones, sino privadas de derechos tan elementales como puedan serio la integridad física o la dignidad humana. Sin embargo, su autora, previendo estas críticas u otras semejantes, trataba de justificar tal dureza, alegando para ello ejemplos tomados de las Sagradas Escrituras. Y así, argumentaba: si Moisés desenvainó el cuchillo «cuando vio que los hijos de Israel habían adorado al becerro», y si el mismo Jesucristo «tomó el azote para castigar a los profanadores del templo», ¿no sería lícito emplear también el «rigor» en una empresa de la que habían de obtenerse tan extraordinarios resuItados?
Y la madre Magdalena hacía una extensa relación de los «frutos» que esperaba de la galera: desterrar el ocio, «fuente y origen de todo pecado»; acabar con los malos ejemplos; tener unas mozas de servicio honestas, fieles y perseverantes; conseguir mejor el fin de la justicia, «que es la enmienda del delincuente y el escarmiento de los demás»; obligar a las mujeres «a bien vivir, por el miedo y horror que cobrarán a este castigo», y, fundamentalmente, enmendar a las recluidas en la galera, porque «viéndose imposibilitadas de ofender a Dios por la obra, y sin esperanza de poderse sustentar por aquel mal camino, y libres de las ocasiones», tendrían que marchar forzosamente por el sendero de la virtud. Castigar y corregir a las reclusas, dar ejemplo (atemorizando, claro está) a las demás mujeres «perdidas», obtener una cierta utilidad: éstos eran, en definitiva, los fines perseguidos por la madre Magdalena.
Hasta aquí, pues, la idea que nuestra monjita tenía de la «Galera de las mujeres». E inmediatamente surge una pregunta a la que es preciso dar respuesta...¿eran justas? 
 http://www.bibliotecagonzalodeberceo.com/berceo/fiestasloza/carcelesdemujeres.htm



ROSA LUXEMBURGO...HUBO UNA VEZ UNA REVOLUCCION EN ALEMANIA



                                                  

Rosa Luxemburgo nació el 5 de marzo de 1871 en Zamosc, cerca de Lublin, en Polonia oriental, que en ese entonces estaba sometida al Imperio ruso. Fue la más joven de una familia judía de cinco hermanos.
Su abuelo poseía un negocio de maderas, y así pudo para una excelente educación para los jóvenes. Su familia se desenvolvió en un ambiente culto, con una gran influencia de escritores occidentales, especialmente alemanes


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Abandonó Polonia a consecuencia de la persecución de la policía en 1889 contra los judíos, refugiándose en Alemania. Para obtener la ciudadanía de ese país, se casó en 1895 con Gustav Lübeck. Cuatro años después, se trasladó a Zurich, donde estudió leyes y economía política. Trabajó como periodista y se inició en política. Su inteligencia, ánimo y capacidad, además del hecho de que hablaba once idiomas, la convirtieron en uno de los principales dirigentes del partido socialdemócrata.
Fue detenida bajo cargos de insultar al Káiser en 1903 y condenada a nueve meses de prisión. Tras ser liberada, aumentó su militancia socialista, lo que la llevó a participar en la revolución polaca de 1905. En el año siguiente fue arrestada y encarcelada en Varsovia. Cuatro meses después, fue liberada por su delicado estado de salud, y por poseer ciudadanía alemana. Sin embargo fue expulsada de Polonia.



En 1906, participó en el Congreso Socialista Internacional celebrado en Stuttgart, y habló en nombre de los partidos socialistas de Rusia y Polonia. En estos años, realizó también sus trabajos teóricos, criticando las ideas de Karl Marx, en las que éste postulaba crisis y colapsos cíclicos en el sistema capitalismo. Tras la ausencia de estas crisis, Rosa Luxemburgo descubrió que el sistema capitalista se mantenía por medio del colonialismo, que además de proveer de mano de obra se colocaba como mercado.
Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, fundó junto con Karl Liebknecht el grupo Spartakus, nombre con el que Lienknecht firmaba artículos contra la guerra, y que tomó de la lucha del líder de una rebelión de esclavos de la antigua Roma. Este grupo se dedicó a la difusión de las ideas socialistas y a oponerse a la guerra. Rosa se convirtió en redactora del periódico marxista "Neue Zeit", o "Nuevos Tiempos".



Tras la difusión de milles de folletos en los que indicaba que los trabajadores no debía participar en luchas creadas por los gobiernos con fines políticos y económicos capitalistas, Rosa fue arrestada el 20 de febrero de 1914, acusada de incitar a los soldados a la rebelión. Pasó un año en prisión, y durante ese tiempo escribió el libro "La Crisis de la Socialdemocracia".
El 3 de agosto el grupo parlamentario del partido socialdemócrata apoyó la concesión de los créditos para la guerra que había sido solicitado por el Káiser. Se produjo una ruptura en ese partido, fundándose en 1917 el grupo de Socialdemócratas Independientes.
http://www.aparosaluxemburgo.org/biografia-de-rosa-luxemburgo

 

Hubo una vez una revolución en Alemania...
La noche del 15 de enero de 1919 en Berlín, fue detenida Rosa Luxemburgo: una mujer indefensa con cabellos grises, demacrada y exhausta. Una mujer mayor, que aparentaba mucho más de los 48 años que tenía.

Uno de los soldados que la rodeaban, le obligó a seguir a empujones, y la multitud burlona y llena de odio que se agolpaba en el vestíbulo del Hotel Eden le saludó con insultos. Ella alzó su frente ante la multitud y miró a los soldados y a los huéspedes del hotel que se mofaban de ella con sus ojos negros y orgullosos. Y aquellos hombres en sus uniformes desiguales, soldados de la nueva unidad de las tropas de asalto, se sintieron ofendidos por la mirada desdeñosa y casi compasiva de Rosa Luxemburgo, "la rosa roja", "la judía".

Le insultaron: "Rosita, ahí viene la vieja puta". Ellos odiaban todo lo que esta mujer había representado en Alemania durante dos décadas: la firme creencia en la idea del socialismo, el feminismo, el antimilitarismo y la oposición a la guerra, que ellos habían perdido en noviembre de 1918. En los días previos los soldados habían aplastado el levantamiento de trabajadores en Berlín. Ahora ellos eran los amos. Y Rosa les había desafiado en su último artículo:





La empujaron y golpearon. Rosa se levantó. Para entonces casi habían alcanzado la puerta trasera del hotel. Fuera esperaba un coche lleno de soldados, quienes, según le habían comunicado, la conducirían a la prisión. Pero uno de los soldados se fue hacia ella levantando su arma y le golpeó en la cabeza con la culata. Ella cayó al suelo. El soldado le propinó un segundo golpe en la sien.
El hombre se llamaba Runge. El rostro de Rosa Luxemburgo chorreaba sangre. Runge obedecía órdenes cuando golpeó a Rosa Luxemburgo. Poco antes él había derribado a Karl Liebknecht con la culata de su fusil. También a él le habían arrastrado por el vestíbulo del Hotel Eden.
Los soldados levantaron el cuerpo de Rosa. La sangre brotaba de su boca y nariz. La llevaron al vehículo. Sentaron a Rosa entre los dos soldados en el asiento de atrás. Hacía poco que el coche había arrancado cuando le dispararon un tiro a quemarropa. Se pudo escuchar en el hotel.

La noche del 15 de enero de 1919 los hombres del cuerpo de asalto asesinaron a Rosa Luxemburgo. Arrojaron su cadáver desde un puente al canal. Al día siguiente todo Berlín sabía ya que la mujer que en los últimos veinte años había desafiado a todos los poderosos y que había cautivado a los asistentes de innumerables asambleas, estaba muerta. Mientras se buscaba su cadáver, un Bertold Brecht de 21 años escribía:


La Rosa roja ahora también ha desaparecido.
Dónde se encuentra es desconocido.
Porque ella a los pobres la verdad ha dicho
Los ricos del mundo la han extinguido.




En el año 1962, 43 años después de su muerte, el Gobierno Federal alemán declaró que su asesinato había sido una "ejecución acorde con la ley marcial". Hace sólo nueve años que una investigación oficial concluyó que las tropas de asalto, que habían recibido órdenes y dinero de los gobernantes socialdemócratas, fueron los autores materiales de su muerte y la de Karl Liebknecht.
 http://encontrarte.aporrea.org/imagenes/54/luxemburgo13.jpg

Frases...

De motor del desarrollo capitalista, el militarismo se ha vuelto una enfermedad capitalista.

El liberalismo económico es la zorra libre en el gallinero libre.

En esta erupción de la división social en el seno de la sociedad burguesa, en la profundización internacional y el enaltecimiento del antagonismo de clases radica el mérito histórico del Bolchevismo, y en esta proeza – como siempre en las grandes conexiones históricas – los errores y equivocaciones puntuales desaparecen sin dejar rastro.

En toda sociedad de clases, la cultura intelectual (arte y ciencia) es una creación de la clase dominante; y el objetivo de esta cultura es en parte asegurar la satisfacción directa de las necesidades del proceso social, y en parte satisfacer las necesidades intelectuales de la clase gobernante.

Es necesario preparar a las masas en forma tal que ellas nos sigan con entera confianza.

Hay que dar vuelta un mundo. Pero cada lágrima que corre allí donde podría haber sido evitada es una acusación; y es un criminal quien, con inconsciencia brutal, aplasta una pobre lombriz.

La libertad, sólo para los miembros de gobierno, sólo para los miembros del Partido, aunque muy abundante, no es libertad del todo. La libertad es siempre la libertad de los disidentes. La esencia de la libertad política depende no de los fanáticos de la justicia, sino de los efectos vigorizantes y benéficos de los disidentes. Si “libertad” se convierte en “privilegio”, la esencia de la libertad política se habrá roto.

La potencia del proletariado está fundada sobre su conciencia de clase, sobre su energía revolucionaria, que es dada a luz por esa conciencia, y sobre la política independiente, resuelta y consecuente de la socialdemocracia, la única que puede desencadenar esa energía de las masas y moldearla como un factor decisivo en la vida política.

Las masas han estado a la altura, ellas han hecho de esta “derrota” una pieza más de esa serie de derrotas históricas que constituyen el orgullo y la fuerza del socialismo internacional. Y por eso, del tronco de esta “derrota” florecerá la victoria futura. Y esto es por lo que la victoria futura surgirá de esta derrota.

‘¡El orden reina en Berlín!’ ¡Estúpidos secuaces! Vuestro ‘orden’ está construido sobre la arena. Mañana la revolución se levantará vibrante y anunciará con su fanfarria, para terror vuestro: ¡Yo fui, yo soy, y yo seré!»

http://trianarts.com/grandes-mujeres-y-sus-frases-rosa-de-luxemburgo/