martes, 17 de diciembre de 2019

SIKKIM...HISTORIA,CULTURA Y ARTE

Sikkim es un estado de la India ubicado en la cordillera Himalaya. Es el estado menos poblado de India, y el segundo más pequeño en superficie. Sikkim fue un estado independiente gobernado por la monarquía Chogyal hasta 1975, cuando se decidió por referendo convertirse en el vigésimo segundo estado de India. Este escarpado estado limita al oeste con Nepal, al norte y al este con el Tíbet, al sureste con Bhutan y al sur con el estado de Bengala Occidental. El idioma oficial es el nepalí y las religiones predominantes son el hinduismo y el budismo vajrayānaGangtok es su capital y más grande ciudad.
A pesar de su pequeño tamaño, Sikkim es geográficamente muy diverso, debido a su ubicación a los pies de los montes Himalaya. El terreno va de tropical en el sur a la tundra en el norte. En Sikkim se encuentra el pico Kanchenjunga, el tercero en altura en el mundo y el primero de India (aproximadamente 8598 metros sobre el nivel del mar). Sikkim se ha convertido en uno de los estados más visitados de India gracias a sus hermosos paisajes naturales y a su estabilidad política.
Sikkim (o Sikín) significa tierra con picos en nepalí. El término, acuñado por Gorja el invasor, se deriva de la palabra Shijim en sánscrito que quiere decir "con cresta", y es el origen más ampliamente aceptado. Una etimología alternativa sugiere que el nombre se origina en las palabras en Limbu Su, que significa "nuevo", y Jim, que significa "palacio", haciendo referencia al palacio construido por el primer gobernante del estado, Panache Namgyal. El nombre en tibetano para Sikkim es Denzong, que significa "valle de arroz". Otra posibilidad es que el nombre derive de Su Him que significa "Nieve hermosa", o "Vista hermosa", supuestamente las palabras pronunciadas por una princesa de Nepal la primera vez que entró al palacio cono la futura esposa del rey local Lepcha. Durante su reinado, el Chogyal adoptó la traducción tibetana de Sikkim, pronunciado como Vbras-ljong.

El más antiguo evento relacionado con Sikkim del que se guarda registro es el paso del santo budista Gurú Rinpoche por esas tierras en el siglo IX. Durante su paso el gurú bendijo la tierra, introdujo el budismo en Sikkim y predijo la llegada de la monarquía que se instaló allí siglos después.
En el siglo XIII, según la leyenda, el Gurú Tashi, un príncipe de la Casa Mi-nyak en Kham en el este del Tíbet, tuvo una revelación divina una noche que le ordenó viajar al sur para buscar su fortuna. Sus descendientes se conviriteron más adelante en la familia real de Sikkim.
En 1642, su descendiente de quinta generación, el Gurú Tashi, Phuntsog Namgyal, fue consagrado como primer Chogyal (rey) de Sikkim por los tres venerados Lamas que vinieron del norte, el oeste y el sur hasta Yuksom, marcando el inicio de la monarquía.
Phuntsog Namgyal fue sucedido en 1670 por su hijo, Tensung Namgyal, quien mudó la capital de Yuksom hacia Rabdentse. En 1700, Sikkim fue invadido por los butaneses con la ayuda de una medio-hermana del Chogyal, a quien se le había negado el trono. Los butaneses fueron luego expulsados por los tibetanos, quienes restauraron al Chogyal diez años más tarde.
Entre 1717 y 1733, el reino enfrentó muchos ataques desde Nepal por el oeste y desde Bután por el este, que culminaron con la captura de la capital, Rabdentse, por Nepal.
Con la llegada del Imperio británico a la vecina India, Sikkim se alió con ellos contra el enemigo común que era Nepal. Los nepalíes contraatacaron en Sikkim logrando dominar casi todo el reino y llegando hasta Terrai. Esto condujo al ataque de Nepal por parte de la Compañía Británica de las Indias Orientales, dando lugar la guerra Gurkha de 1814.
Por los tratados firmad(el Tratado de Titalia) el territorio conquistado a Sikkim por Nepal le fue devuelto en 1817.
Los nexos entre Sikkim y la administración británica en India fueron creciendo hasta 1849, cuando un incidente de frontera hizo que los británicos invadieran el reino y asumieran el control del gobierno, manteniendo a un rey sujeto a las órdenes del gobernador británico.
En 1947, el reino de Sikkim votó por mantenerse independiente de India y el Primer Ministro de India Jawaharlal Nehru accedió a ejercer un protectorado sobre Sikkim. Luego de un período de disturbios entre 1972 y 1973, se consultó nuevamente a la población, en 1975, de Sikkim y por elevado porcentaje decidieron incorporarse a la Unión India. Pocos días más tarde, la monarquía fue abolida y Sikkim se convirtió oficialmente en un estado de la Unión India.
En 2000, el decimoséptimo Karmapa Ogyen Trinley Dorje, quien había sido confirmado por el Dalai Lama y aceptado como un tulku por el gobierno chino, escapó de Tíbet, tratando de volver al monasterio de Rumtek en Sikkim. Las autoridades chinas, que en aquel momento no reconocían la autoridad de India sobre Sikkim, optaron por no enviar nota de protesta al gobierno indio. China finalmente reconoció Sikkim como un estado de la India en 2003, con la condición de que la India aceptara la Región Autónoma del Tíbet como una parte de China. Este acuerdo mutuo ha llevado a un deshielo en las relaciones chino-indias. Nueva Delhi había aceptado inicialmente al Tíbet como una parte de China en 1953 durante el gobierno del entonces primer ministro Jawaharlal Nehru. El 6 de julio de 2006, el paso del Himalaya de Nathu La se abrió al comercio transfronterizo, lo que constituye una prueba más de la mejora de las relaciones en la región.
Aunque en la actualidad la población mayoritaria es nepalí, está habitado por lepchas, tibetanos e inmigrantes del vecino Nepal; la población originaria, los lepcha (o rong), pertenecen a la raza mongola, como los tibetanos, y se han ido fundiendo con éstos. Los habitantes se concentran, como es habitual en todos los países del Himalaya, en las fértiles tierras de las riberas del río Tista, un afluente del Brahmaputra, donde están las principales ciudades, entre ellas la capital.
El territorio estatal de Sikkim se caracteriza por la presencia de una superficie rugosa como consecuencia de la presencia de diversas estribaciones pertenecientes al Gran Himalaya  como son los brazos de Chola y Singigela, cubiertos por algunos glaciares como el de Zemu, el de Rathong y el de Lonak. Aunque cuenta con unas medidas muy reducidas existen amplios y profundos valles de hasta 300 m de altura sobre el nivel del mar. Los dominios elevados son más imponentes, destaca el monte Kangchenjunga con aproximadamente unos 8.598 m (altura que le convierte en la tercera montaña más alta de toda la superficie terrestre, tras el Everesty el K2). Los ámbitos montañosos aparecen salpicados por diversos pasos, entre ellos sobresale el de Nathula; se trata de una pista muy escarpada dispuesta en zig-zag que enlaza los dominios próximos a la capital con el valle de Chumbi en el Tíbet.
La red hidrográfica que baña este ámbito pertenece a la cuenca del Tista; se conforma de ríos no navegables y estrechos, sobre canales rocosos alimentados tanto por el deshielo estival como por las lluvias que llegan durante la influencia de los monzones. Destaca la presencia de diversos lagos de importancia como son el de Tsomgo, localizado a más de 3.300 m de altura; el lago sagrado de Khecheopalri, que se encuentra entre Gyalshing y Yuksum; el Menmecho y, finalmente, el lago Samiti.
El estado se encuentra bajo un clima de condiciones típicamente tropicales.El clima varía desde el subtropical al sur hasta la tundra en las zonas más septentrionales. La mayoría de zonas inhabitadas gozan de un clima templado con temperaturas sobrepasando los 28 °C en verano y los 0 °C en invierno. En el estado se desarrollan 5 estaciones,primavera, verano, otoño, invierno y la estación del monzón.
La flora de Sikkim destaca tanto por su abundancia como por su diversidad, a causa de la distribución de las principales estructuras del relieve, de la amplitud altitudinal y de las abundantes precipitaciones anuales. Se han analizado más de 4.000 especies distintas de plantas. Aproximadamente el 40% de la superficie total estatal es arbolada, destacan el bambú, los helechos, los robles, los castaños, los pinos, etc. Sobresalen las magnolias y las orquídeas, de estas últimas se han llegado a cuantificar hasta seiscientas variedades. En las regiones más altas predomina el rododendro y en los bosques templados abundan el abeto, el abedul, el arce y el aliso.
En lo referente a la fauna también existe una abundante diversidad, aparecen mariposas, buitres, águilas, faisanes, leopardos, ciervos y yacs, entre otros.
Dicha biodiversidad natural se encuentra altamente protegida, sobresalen el Parque Nacional de Khangchendzonga, el Santuario de Fauna de Fabong Lho, el Santuario del Rododendro de Shingba, el Santuario Alpestre de Kyongnosla y el Santuario de Fauna de Maenam.
La base económica principal de Sikkim es la agricultura; en los valles y en las cuencas inferiores se cultiva arroz, árboles frutales, cardamomo, té y maíz. Tiene, además, industrias alimentarias y textiles (lana) y varias destilerías. En los dominios elevados se encuentran vastos yacimientos de plomo, cinc, hierro, oro, cobre y plata.
El status de Sikkim dentro del conjunto del país es especial puesto que se encuentra exento de impuestos y cuenta con ayudas subsidiarias del gobierno.
Sikkim fue fundado por una familia tibetana en 1641 y pertenece desde 1975 a la Unión India. El origen de la presencia de la población lepcha en Sikkim se desconoce; sin embargo, se cree que sus raíces datan de los tiempos de los nagas animistas. Debido a su proximidad y a las parecidas características geográficas, la evolución histórica de Sikkim es muy similar a la de Bután. El budismo Vajrayana fue introducido por Padmasambhava en el siglo VIII, y la unificación política, tras un periodo de dominio tibetano, se alcanzó en el siglo XVII con la dinastía Namgyal (la misma que se impuso en Bután) que sometió a los jefes lepchas. En los siglos XVIII y XIX, Sikkim sufrió invasiones de los gurkha nepalíes y de los ingleses. En 1861 se convirtió en un protectorado de estos últimos y le fue cedida la provincia de Darjeeling.
Tras la independencia de la India en 1947 llegaron los enfrentamientos entre el gobierno y los chogyal ('reyes legítimos'), grupo que pretendía el mantenimiento de la unión del reino de Sikkim, creado en el año 1642 por los budistas.
En 1975, finalmente, el territorio fue anexionado a la India como un nuevo estado, el número veintidós. La institución de los Chogyal fue oficialmente abolida, aunque el rey se mantuvo hasta su muerte en 1981.
Entre las manifestaciones artísticas de Sikkim destacan los monasterios, la mayoría posteriores al siglo XVII, que muestran la influencia del estilo tibetano tardío difundido por la orden Gelukpa ('La Virtuosa'). En Gangtok, la capital, se encuentra el Tsuklakhang y en los alrededores los monasterios de EncheyPhodong y Rumtek, este último residencia del abad de la orden Karmapa. Más apartados están los monasterios de Namchi y Pemiangtse (siglo XVII) y el de Tashiding, del siglo XVIII. Pemiangtse es el monasterio más importante de Sikkim, su fundación es anterior a los edificios que se han conservado pues pertenece a la orden más antigua: la Nyingmapa. Todos estos monasterios tienen pinturas murales y contienen imágenes de culto, algunas de ellas realizadas en arcilla según una tradición que corresponde a los orígenes del arte tibetano. Los festivales religiosos de Sikkim en los que se efectúan danzas son muy pintorescos e interesantes.
Pemiangtse
Namchi
Rumtek
Tashiding



lunes, 16 de diciembre de 2019

NELLE HARPER LEE..."MATAR A UN RUISEÑOR"

Nelle Harper Lee nació el 28 de abril de 1926 en Monroeville, una pequeña localidad ubicada en el estado norteamericano de Alabama (Estados Unidos). Era, al igual que la protagonista de su famosa novela “Matar A Un Ruiseñor”, hija de un abogado que contaba con la amistad del escritor Truman Capote. También era descendiente del famoso general Robert E. Lee.
Harper estudió Derecho en Alabama hasta 1949. Con posterioridad, se trasladó en los años 50 a la ciudad de Nueva York para trabajar en una compañía aérea.
En 1960 la escritora estadounidense Harper Lee publicó la que sería, hasta julio de 2015, su única novela: Matar a un ruiseñor, que ganaría el prestigioso Premio Pulitzer y que se convertiría en todo un clásico de la literatura norteamericana contemporánea, por su controversial temática y su particular estilo literario. 

                           
Scout Finch es una niña de seis años, huérfana de madre, que vive con su hermano, Jem , y su padre, Atticus (un respetable abogado) en el imaginario pueblo sureño de Maycomb. Los niños tienen además un amigo, llamado Dill.
La narración (hecha por Scout) tiene lugar durante un verano en plena época de la Gran Depresión y gira alrededor de dos episodios: por un lado, a la fascinación y terror que los chicos sienten por la figura de Boo Radley, un misterioso y huraño vecino; y, por otro, el juicio en el que Atticus decide actuar como defensor, en el que un hombre negro es acusado de violar a una mujer blanca.
Como era de esperarse, Atticus debe enfrentar los prejuicios y ataques de sus vecinos blancos por defender a un hombre de raza negra; Scout y Jem también son acosados por ese motivo por sus compañeros de clase.
A lo largo del juicio, Atticus demuestra la inocencia de Tom Robinson (el acusado) y deja en evidencia las mentiras de la supuesta víctima -Mayela Ewell- y de su alcohólico padre, Bob. Pese a que Tom es condenado injustamente (y luego es herido al tratar de escapar), Bob Ewell considera que ha sido humillado en el juicio y quiere vengarse. Luego de varios incidentes, termina atacando a Jem y a Scout. Sorpresivamente, estos son defendidos y salvados por Boo Radley; Ewell muere en la pelea, aunque no se sabe exactamente si fue Boo o Jem quien lo hiere.
Al final, el sherif y Atticus llegan a la conclusión de que no es conveniente someter a ninguno de ellos a un juicio (pues sería como “matar a un ruiseñor”, un pájaro que no hace mal a nadie) y que lo correcto es aceptar la conclusión de que Ewell se cayó sobre su propio cuchillo.

                             El trasfondo de Matar a un ruiseñor

Varios aspectos pueden destacarse de esta genial obra.En primer lugar, aborda un tema muy delicado para la época: el racismo y los prejuicios en contra de los ciudadanos afroamericanos, que estaba muy extendido en todo el Sur estadounidense. La obra coincide con el inicio de la lucha por los derechos civiles y la igualdad, cuyo líder emblemático fue Martin Luther King Jr.
Por otro lado, es todo un compendio de ética profesional: Atticus Finch es el prototipo del abogado que decide defender a un hombre inocente sin importarle las consecuencias; por lo demás, Finch es un hombre honesto y valiente en todos los ámbitos de su vida.
Matar a un ruiseñor, de Harper Lee, es también considerada un Bildungsroman o novela de formación, en la que un personaje va de la infancia a la madurez, pasando por la adolescencia y aprendiendo acerca de la vida a través de determinados acontecimientos .
En este sentido, Matar a un ruiseñor trataría como tema especial la pérdida de la inocencia de Scout al enfrentarse a los incidentes relacionados con el juicio y el posterior ataque y muerte de Bob Ewell.
También es considerada por algunos como integrante de la llamada novela gótica sureña, en la que intervienene personajes o situaciones sobrenaturales (al estilo de William Faulkner, por ejemplo) y que puede verse incluso como un precedente del realismo mágico latinoamericano. No obstante, la figura de Boo Radley , si bien enigmática y mágica a los ojos de los niños al comienzo de la novela, se desvela como totalmente humana, por lo que no puede realmente afirmarse que estemos en presencia de dicho género.
Es evidente que tiene también un trasfondo autobiográfico. La autora, sureña, no sólo quedó huérfana de niña, sino que su padre era un abogado de pueblo, que casualmente defendió a dos hombres negros en un proceso similar. Incluso la figura de Dill, el amiguito del los niños con gran imaginación, coincide en la vida real con Truman Capote, el famoso escritor y gran amigo desde la infancia de Lee.
 
La obra está escrita en primera persona, desde la perspectiva de Scout y no en el tradicional estilo del narrador omnisciente. Utiliza la analepsis o flashback, en la que es común el rompimiento del orden cronológico de la historia con vueltas al pasado.
Está redactada en un lenguaje sencillo, claro y limpio. Tal vez por ello sea una obra favorita de los lectores jóvenes. De hecho, muchos la han catalogado como una novela juvenil.
Lleva un ritmo rápido, cinematográfico. No resulta extraño que haya sido llevada casi inmediatamente al cine, en 1962, con la memorable interpretación de Anthony Peck como Atticus Finch, que le ganó el único premio Oscar de su dilatada y brillante carrera.

                                                La trascendencia 

Esta novela nos presenta una América profunda tras la Gran Depresión, aunque no llega a un pesimismo ni a una situación tan angustiosa como la que se nos muestra en Las uvas de la ira. Pero si aparecen muy marcadas las diferencias sociales entre ricos y pobres, entre blancos y negros. Una sociedad muy cerrada en la que los negros son mano de obra barata sin más, donde su palabra no vale para nada.

Por eso destaca de un modo tan notorio la figura de Atticus, un abogado cuya vida está presidida por la rectitud y la justicia. Una rectitud que le lleva a aceptar el caso de un negro falsamente acusado de la violación de una blanca. Es la palabra de un negro contra la de un blanco, con lo cual lo tiene todo para perder. Pese a ello y a que su defensa le va a enfrentar con todos sus vecinos, Atticus está dispuesto a que la verdad prevalezca. 
La gran originalidad de la novela es que esta temática de “adultos” nos es presentada a través de los ojos de unos niños, de su visión infantil que no termina de comprender algunas cosas, a través del contraste de aquellas palabras justas de su padre y la realidad que están viviendo. Una visión desde la inocencia que les hace enfrentarse sin miedo a una situación delicada por el valor de su padre.

Una visión de la vida a través de los juegos de estos niños, de sus esperanzas, de sus frustaciones, de sus miedos, de su apertura a la vida, del aprendizaje de la realidad que no siempre coincide con lo que ellos creen. 



Matar a un ruiseñor es un canto a la defensa de la inocencia, de aquellos que pese a todo lo que tienen que sufrir suponen un poco de aire fresco para nuestras vidas. Una inocencia representada en la figura de un ruiseñor, el que da título a la novela.
He de reconocer que la lectura de Matar a un ruiseñor ha supuesto una más que grata sorpresa. Mis lejanos recuerdos de la película me hacían esperar (realmente tampoco era así la película como comprobé posteriormente) una novela de éstas que podríamos denominar de juicios con niños en la trama.
Nada más lejos de la realidad. El juicio es apenas una pequeña parte de la novela y ni siquiera es lo más importante de la misma. Lo realmente importante es la historia de esos dos hermanos, una historia que me cautivó desde las primeras líneas
Y me cautivó, porque más allá de las peculiaridades de cada país, de cada lugar o de cada pueblo, hay temas que son universales. Y los que nos presentan en Matar a un ruiseñor lo son. La justicia, la educación de la infancia, las desigualdades, las diferencias sociales, el nacimiento a la vida... Y por encima de todo, la defensa de la verdad y la ética, la lucha por el respeto a los seres humanos sin distinción de raza, credo o color.