jueves, 16 de mayo de 2019

LOS COSACOS....GUERREROS-GUARDIANES RUSOS



A lo largo de varios siglos los cosacos han tenido un papel clave en las guerras y en la formación del Estado ruso. Mediante una larga transformación de una explosiva mezcla de grupos de aventureros y buscadores de libertad con las tribus que habitaban las estepas entre los mares Negro y Caspio nació una casta militar que a juicio de muchos extranjeros que la vieron “en acción” fue una caballería única e incomparable en el mundo.

Jinetes natos, los cosacos se mostraban también brillantes guerreros polifacéticos, sabiendo sobrevivir y vencer en combates de todo tipo. Los cosacos pudieron resistir asedios de tropas enemigas muy superiores actuando como artilleros y zapadores. En las largas marchas por desiertos y estepas y en condiciones de agua racionada y escasez valían más que la caballería regular de cualquier país, Rusia incluida.
Menos conocida e incluso más importante que sus proezas y audacia en la guerra fue el duro servicio de los cosacos en las extensas fronteras rusas y su lucha contra las incursiones de pueblos nómadas (de los que adquirieron varias de las tácticas y maniobras “de estepa” que tanto sorprendían a la caballería regular de los países europeos, por ejemplo en la guerra contra Napoleón). Los destacamentos cosacos hicieron una importante labor de escolta de numerosas expediciones de geógrafos, oficiales de inteligencia militar, exploradores y topógrafos rusos y también sirvieron de guardianes de embajadas rusas en Estados asiáticos.
El origen étnico de los cosacos es aún una cuestión en estudio, pero en cualquier caso con el tiempo entre ellos empezó a predominar la etnia eslava y la religión cristiana ortodoxa.


El origen exacto de los cosacos modernos se desconoce pero existen muchas teorías al respecto, que se pueden clasificar en dos grandes grupos: “migratorio” y “autóctono”.
La idea básica del primer grupo de teorías es que los cosacos son descendientes de los cherkeses del Cáucaso, los kasogos (tribu de origen tártaro), los pechenegos, los torkos y bródnicos (tribu nómada de origen eslavo) entre otros pueblos.
El segundo grupo de teorías defiende la idea de que las comunidades cosacas se formaron a partir de grupos de rusos y ucranianos que en la Edad Media huyeron de sus señores. Otra versión de esta teoría es que se desplazaron por razones económicas (teoría de la colonización).
Los principales núcleos de población cosaca se encuentran en las regiones de los ríos Don y Dniéper. A finales del siglo XIV en estas regiones se formaron varias comunidades grandes cerca de las vías comerciales más importantes de la época. En el siglo XVI las comunidades cosacas formaron dos potentes organizaciones territoriales independientes, las llamadas “huestes”: la Hueste del Don (en los meandros bajos del río Don) y la Hueste de Zaporozhie (en el río Dniéper, también llamada “Zaporózskaya Sech”). Estas comunidades sirvieron de imán para todo tipo de buscadores de fortuna, aventureros, siervos huidos de sus amos… Varios historiadores afirman que los destacamentos cosacos también incluían pueblos de origen turco. 
Más tarde, con el crecimiento del Estado ruso y la incorporación a Rusia de Ucrania (en cuyo territorio se ubicaba la Hueste de Zaporozhie), en el territorio ruso surgieron otras “huestes” de cosacos. A inicios del siglo XX en el país había once huestes cosacas: la del Don, la del Kubán, la de Oremburgo, la de Siberia, la de los Urales (denomida “del Yaik” hasta la sublevación de Pugachov), la del Amur, la de Semirechie, la de Astracán, la del Ussuri, la del Térek y la del Yeniséi.
En 1917, año en que estalló la revolución rusa, en el país había 4 434 000 cosacos.
Hoy por hoy no existen datos oficiales sobre el número de cosacos y sus descendientes ya que en la elaboración del censo no se pregunta sobre el origen étnico. Según diferentes sondeos, en Rusia residen cerca de cinco millones de cosacos.

Inicialmente los principios básicos de la organización interna de las comunidades cosacas eran la libertad personal de todos sus miembros, la igualdad social, el respeto mutuo y la libertad para expresar su opinión en el Círculo de Cosacos, el máximo organismo administrativo de la comunidad. Cualquier cosaco podía votar en la elección de los atamanes, así como ser electo a este cargo administrativo. 
Hasta el siglo XVIII los cosacos fueron totalmente independientes en cuanto a su administración militar y civil, jurisdicción, relaciones exteriores, etc. Pero durante este siglo el Imperio ruso les exigió el servicio militar y lealtad a cambio de tierra, salario y otros privilegios. La paulatina subordinación de las comunidades cosacas al poder de los zares con frecuencia llevaba a sublevaciones de estos guerreros, muchos de los cuales recordaban los relatos de sus antepasados sobre los años de su independencia. El control estatal, recrudecido sobre todo durante el gobierno de Pedro I desembocó en varias sublevaciones (a veces protagonizadas por campesinos pero siempre encabezadas por cosacos), las más importantes de las cuales fueron las de Stepán Razin (en el siglo XVII), Kondrati Bulavin (durante el reinado de Pedro I) y la lucha campesina liderada por cosacos con Yemelián Pugachov a la cabeza (durante el reinado de Catalina II).
Los pronunciamientos de los cosacos recibieron siempre una contundente respuesta punitiva de las autoridades rusas. Por ejemplo, tras la sublevación de Bulavin, la Hueste del Don fue oficialmente privada de su autonomía. Para castigar la fuerte y violenta insurrección campesina de Pugachov, liderada por los cosacos de la Hueste del Yaik, Catalina II mandó, además de privar a los cosacos de la zona de autonomía que les quedaba, cambiar el nombre tanto del río Yaik como de la propia hueste cosaca, que, como el río, recibió entonces el nombre de “Ural” en uno de los pocos casos de la historia en los que un cambio de nombre no se efectuó para recordar sino para olvidar. La misma Catalina ordenó la disolución de la Hueste de Zaporozhie y el derribo de la fortaleza de estos cosacos ucranianos por temor a que brindaran apoyo a Pugachov. Como consecuencia de ello parte de los cosacos de Ucrania hubo de retirarse a las orillas del río Kubán, donde formaron la Hueste del Kubán.
A inicios del siglo XIX los cosacos constituían una clase social reconocida en Rusia, siendo los principales defensores de las fronteras del país (aunque el Gobierno también tuvo que enviar tropas regulares a sus fronteras meridionales para defenderse de las incursiones de los tártaros de Crimea). El contingente cosaco participaba además en todas las guerras que llevaba a cabo Rusia e incluso formaba parte de la guardia personal de los emperadores. Como recompensa a su servició militar recibieron una amplia autonomía social, tierras de cultivo y la exención del pago de impuestos.
A partir de 1815, un año después de la derrota definitiva de Napoleón, a la que inestimablemente contribuyeron los cosacos, todas las Huestes pasaron a ser administradas por el Estado Mayor del Ministerio de Defensa. Además, también después de las guerras napoleónicas, tres regimientos de cosacos se incorporaron a la guardia rusa. Se estableció que el servicio militar de los cosacos durase veinte años (reducidos a dieciocho años en 1909), cinco de ellos a tiempo completo y el resto en la reserva. Cabe destacar que el Gobierno daba tanta importancia a esta espina dorsal de la caballería rusa que a partir del 1827 el atamán formal de todas las Huestes cosacas era también heredero al trono imperial.

Durante la guerra civil(1927) rusa la mayoría de los cosacos intervino en contra del poder soviético. Pese a que algunos tomaron partido por el lado bolchevique (quizá el más conocido de ellos fue Semión Budionny, futuro mariscal del Ejército Rojo), las regiones con población cosaca fueron un baluarte del movimiento blanco. Sus agrupaciones más numerosas fueron el ejército del Don, en el sur de Rusia, y los ejércitos de Oremburgo y los Urales, en el este.
Sin embargo, al inicio de la guerra civil, los cosacos se limitaron a expulsar a los bolcheviques de sus tierras sin brindar apoyo al emergente movimiento blanco. Varios cosacos de la Hueste del Don tenían planes para fundar su propio Estado y otra parte de los cosacos se unió al Ejército Blanco. Cuando el movimiento antibolchevique fue derrotado, los cosacos se quedaron solos ante el Ejército Rojo.
Durante la guerra civil la población cosaca fue sometida a represiones masivas, que comenzaron en 1919 por decisión del Comité Central del Partido Bolchevique. Lev Trotski fue totalmente tajante: “Los cosacos son la única parte de la nación rusa capaz de alcanzar la autodeterminación. Por esta razón deben ser eliminados”, afirmó el fundador del Ejército Rojo y segunda persona más importante del país. Lenin respaldó el macabro fallo y empezó la llamada “descosaquización”: fusilamientos, arrestos y deportaciones. Las tierras cosacas fueron repobladas por personas leales al nuevo régimen. Gran parte de los cosacos que participaron en el movimiento blanco emigró. En el exilio algunos de los que durante las guerras anteriores habían formado parte de los destacamentos de plastuný sirvieron de instructores de combate cuerpo a cuerpo en la Legión francesa y en unidades de la Infantería de Marina estadounidense.

                          
                                              Plastuný
En 1936 las tropas cosacas renacieron en la Unión Soviética y los cosacos volvieron al Ejército por decreto especial del Gobierno. Sin embargo, durante la Segunda Guerra Mundial una parte, sobre todo emigrados, batalló del lado alemán.
En 1945 los “cosacos colaboracionistas” (parte de los cuales no eran ciudadanos soviéticos) fueron extraditados por las tropas británicas a la URSS. Distintas fuentes indican que se trataba de entre 45 000 y 50 000 personas. Los generales y oficiales colaboracionistas fueron ejecutados. Los cosacos de unidades colaboracionistas fueron condenados a distintas condenas de exilio y trabajos forzados. En 1955 fueron amnistiados.
No obstante las anteriores persecuciones, la mayoría aplastante de cosacos, sobre todo del Kubán y del Térek, peleó heroicamente por la patria en unidades de caballería y cuerpos mecanizados de caballería creados en 1943. Asimismo los cosacos del Térek y Kubán integraron los famosos batallones y hasta divisiones de plastuny, con permiso para llevar fuera de combate el uniforme tradicional de sus respectivas Huestes.
Además de las unidades puramente cosacas, muchos cosacos destacaron individualmente. Los más famosos fueron el armero Fiódor Tókarev, diseñador de la famosa pistola TT-30/33 y el fusil semiautomático SVT-40; el oficial tanquista Dmitri Lavrinenko, el mejor de las tropas blindadas soviéticas, que destruyó 52 tanques alemanes hasta su muerte en diciembre de 1941; el teniente general Dmitri Kárbyshev, especialista de fama mundial en fortificaciones, torturado hasta la muerte en 1945 junto con otros 500 prisioneros del campo de concentración de Mauthausen; y el almirante Arseni Golovkó, comandante de la Flota del Norte durante la guerra.

Matvéi Plátov, Fiódor Tókarev, Semión Budionny y Dmitri Lavrinenko

En los años de postguerra los cosacos fueron vistos por el Gobierno como simples campesinos, aunque con tradiciones folclóricas y trajes regionales propios. Hasta finales de los años ochenta del siglo XX, durante la perestroika de Mijaíl Gorbachov, los descendientes de cosacos no comenzaron a reavivar sus tradiciones. Tras la desintegración de la URSS los cosacos participaron activamente en varios conflictos militares en el territorio del extinto país.
Actualmente el Gobierno ruso está impulsando el restablecimiento de los cosacos como casta militar. Se fundan nuevas escuelas de cadetes que se rigen por las antiguas reglas del Imperio ruso.


Campañas cosacas más destacadas

Colonización del sur de Rusia, Siberia y Lejano Oriente
Hasta el siglo XVI las relaciones entre los cosacos y el poder central ruso se caracterizaron por los esfuerzos del Gobierno por canalizar la actividad y belicosidad cosaca en provecho del país… en caso contrario estos atrevidos amantes de la libertad podrían lanzarse en alguna empresa peligrosa.
Bastaría como ejemplo de esta política de contención la fundación en 1589 a orillas del Volga de la ciudad de Tsaritsin, llamada a defender esta importante vía fluvial de las incursiones cosacas, y que a mediados del siglo XX entraría en la historia de la Segunda Guerra Mundial bajo el nombre de “Stalingrado” (ahora Volgogrado).
Sin embargo, mediante una colonización económico-militar los cosacos unieron a Rusia vastos territorios en las estepas al sur del país que ahora forman parte de Rusia y Ucrania. Pero un regalo aún más importante fue entregado a Rusia en el siglo XV, cuando un destacamento de 500 cosacos encabezado por el atamán Yermak Timoféyevich conquistó Siberia e, incapaz de retener tal extensión de tierra, recurrió a la ayuda del Gobierno ruso.
Terminado el periodo de caos y guerra civil en Rusia que siguió a la muerte del entonces zar ruso Borís Godunov, fueron los cosacos los que procedieron a una colonización normal de Siberia hasta el océano Pacífico y fundaron fortalezas que pronto se convirtieron en ciudades. Ahora estas ciudades y puntos geográficos llevan los apellidos de estos cosacos, como el cabo Dezhnev, el punto más oriental de Asia, en la costa ártica de Siberia, o la ciudad de Jabárovsk, llamada así en honor a Yeroféi Jabárov.

                   
Conquista de Siberia
El asedio de Azov
A medida que el Gobierno ruso estrechaba sus lazos con los cosacos con el envío de “salario” y pertrechos (plomo y pólvora), las comunidades cosacas, sobre todo la Hueste del Don, se iban sintiendo más dependientes de Rusia. Finalmente los cosacos del Don optaron por recuperar su independencia absoluta tomando la ciudad de Azov, el punto más importante de las tierras adyacentes al estratégico mar Negro y mar de Azov, desde el cual podrían controlar las rutas comerciales del área. En 1637 los cosacos del Don, dirigidos por Mijaíl Tatarin (por cierto, apellido que significa “tártaro”) y en alianza con los de Zaporozhie, empezaron el asedio de esta ciudad, parte entonces del Imperio otomano. Los trabajos de ingeniería, durante los que se voló un fragmento del muro de la fortaleza, fueron dirigidos por un cosaco “de la tierra alemana”, según los manuscritos. En menos de tres meses, tras un ingenioso asedio, la fortaleza fue tomada por asalto y la guarnición turca eliminada.
Los cosacos declararon que la ciudad sería la capital de la Hueste del Don… tremenda bofetada al poderoso Imperio otomano. Durante las conversaciones con el Gobierno turco, Rusia condenó la incursión cosaca, pero tal como siempre había defendido, afirmó que los cosacos son independientes de Rusia. Además la permanencia de cosacos en Azov relajó considerablemente la presión sobre las fronteras rusas por parte de los tártaros de Crimea (vasallos de Turquía) y redujo drásticamente la cantidad de incursiones tártaras en el sur de Rusia. Los cosacos recibieron (en secreto) cantidades adicionales de pertrechos.  
Los turcos tardaron años en reunir un ejército para recuperar la ciudad. Inicialmente la contraofensiva se postergó debido a una guerra contra Irán y a la muerte en 1640 del sultán Murad IV. El nuevo sultán, Ibrahim I, envió un enorme ejército turco, calculado en 240 000 guerreros, en 1641.
Unos 7500 cosacos se defendían en la fortaleza. Tras un intento fallido de asalto, los turcos procedieron al asedio, que empezó en junio de 1641, hostigando la fortaleza con la artillería e intentando minar sus muros. Pero los cosacos resultaron superiores a los turcos en el arte de la guerra de minas: las contraminas cosacas volaban las galerías subterráneas turcas con los zapadores dentro. Aunque en agosto la artillería turca había prácticamente arrasado los muros de la fortaleza, los turcos cesaron los ataques, con graves bajas y totalmente desgastados. El veintiséis de agosto el ejército turco de retiró. Los cosacos pagaron cara su sorprendente victoria: tan solo mil defensores sobrevivieron.
Los supervivientes se dieron cuenta de que en lo sucesivo no podrían resistir ante un enorme imperio y enviaron una embajada a Moscú para solicitar, como sucediera en Siberia durante el reinado de Iván el Terrible, que “tomara la ciudad bajo el mando del zar ruso”. Esta vez Rusia, tras largas discusiones, rechazó el “regalo” cosaco y recomendó a los guerreros que abandonasen la ciudad. 
En 1642 los cosacos se marcharon de Azov.
En 1695 Rusia quiso repetir la hazaña de los siete mil cosacos pero el numeroso ejército enviado fracasó en la misión. Un año después, y con el propio Pedro I a la cabeza, otro gran ejército ruso se enfrentó al reto. En esta ocasión lo superó, pero con multitud de bajas. Sin embargo, en 1711 Rusia tuvo que devolver la ciudad a Turquía. Finalmente, tras otra guerra ruso-turca, en 1739 la ciudad pasó definitivamente a formar parte de Rusia.



Cosacos contra Napoleón
Los méritos de los cosacos del Don en la lucha contra la invasión napoleónica son ampliamente conocidos. Hasta la toma de París, todas las tropas cosacas estuvieron bajo las órdenes del conde Matvéi Plátov, legendario atamán de la Hueste del Don.
En todo el Ejército ruso y hasta en Europa se dio a conocer la extraordinaria promesa de Plátov  contraída durante la retirada de las tropas francesas. El afamado general prometió la mano de su hija María (las mujeres cosacas tenían fama de ser muy hermosas) y dos mil rublos (una suma colosal, puesto que en aquella época una vaca costaba entre dos y tres rublos) a cualquier soldado que hiciese prisionero a Napoleón.
El teniente Jean-Baptiste Nicolas Savin-Dernier, el último veterano vivo de la Grande Armée, se quedó a vivir en Rusia y durante sesenta años sirvió de profesor en un colegio de Sarátov. El antiguo militar recordaba que cuando fue llevado ante Plátov, el furioso general le golpeó en la cara y mandó que le llevasen un vaso de vodka para que no se congelara.
“Los cosacos son la mejor caballería ligera de todas las existentes. Si los tuviera en mi ejército, cruzaría todo el mundo con ellos”, afirmó Napoleón sobre este pueblo. Sin embargo, pronto abandonaría los elogios…  
En su huida de Rusia, el emperador se detuvo en Varsovia, donde en presencia del asombrado Gobierno polaco narró que había tenido que pelear en Rusia contra bárbaros y contra cosacos que no eran sino demonios transformados en seres humanos. “El diablo está dentro de los cosacos”, asustó a su auditorio el emperador.  
El mismo retrato fue repetido por Napoleón en vísperas de la toma de París por las tropas aliadas. En toda la ciudad se desplegaron imágenes de cosacos con cara de feos diablos prendiendo fuego a casas. Sin embargo, los parisinos vieron atractivos jinetes, perfectamente formados, uniformados y disciplinados. Según recordó el famoso escritor Victor Hugo, los cosacos se mostraron apacibles y corteses.


lunes, 13 de mayo de 2019

LA DESAMORTIZACION DE MEDIZÁBAL


La desamortización      es un proceso económico por el que los bienes inalienables o de manos muertas pasan a contratación pública, por lo que quedan exentos de las trabas jurídicas de carácter señorial que impiden su libre circulación en el mercado. En la terminología jurídica del siglo XIX, se llamaba manos muertas a los propietarios de bienes no permutables, cuyos ejemplos típicos eran la Iglesia y los titulares de mayorazgos. Este tipo de propiedad impedía la enajenación y la libre disposición de los bienes afectados, pero, en cambio, permitía su acumulación ilimitada mediante nuevas adquisiciones. De ahí que el fenómeno de las manos muertas fuera característico del régimen latifundista señorial, pues favorecía el acaparamiento de tierras por parte de las clases privilegiadas y la perpetuación de la propiedad fundiaria en el seno de una institución o de una misma familia nobiliaria.El concepto de desamortización no implica únicamente el acto jurídico de la desvinculación de los bienes amortizados, por el cual éstos adquieren la condición de bienes libres para sus propios poseedores (caso que afectó esencialmente a los mayorazgos de la nobleza), sino que significa específicamente la pérdida de la propiedad de estos bienes por parte de sus poseedores, ésta pasa al Estado, que se arroga el derecho a vender los bienes nacionalizados y a destinar los beneficios de la venta a sus fines propios.La desamortización española debe entenderse en el marco del proceso de liquidación del Antiguo Régimen que afectó a toda la Europa occidental. Este proceso tuvo uno de sus principales símbolos económicos en la reforma agraria de carácter capitalista, que requirió la eliminación de las formas jurídicas de propiedad señorial y la puesta en circulación y explotación de las tierras hasta entonces intocables.
Las primeras desamortizaciones de la historia europea datan de la época de la Reforma protestante, cuando los poderes laicos cismáticos se apropiaron de los bienes de la Iglesia católica en los territorios del Imperio alemán. La Revolución Francesa puso en marcha el primer proceso desamortizador en un sentido contemporáneo, es decir, como ataque de un estado secularizado al régimen señorial y como instrumento financiero al servicio de la Hacienda pública. Sin embargo, el término se aplica por antonomasia a los grandes procesos liquidadores de las manos muertas que tuvieron lugar en la España del siglo XIX como parte esencial de la reforma liberal burguesa.En España, la primera etapa de la reforma agraria preindustrial tomó la forma de un ataque directo a la propiedad inalienable, retenida fundamentalmente por la Iglesia, la Corona y los municipios. El proceso desamortizador (que se prolongó a lo largo de más de un siglo, siguiendo los avatares políticos de la revolución burguesa) convirtió en bienes nacionales las propiedades y derechos de diversas entidades civiles y eclesiásticas, y afectó tanto a la propiedad plena (fincas rústicas y urbanas), como a los derechos censales de diversa naturaleza y al patrimonio artístico y cultural de las instituciones afectadas. Con ello se pretendía crear un régimen de propiedad ajustado al sistema político liberal, es decir, una propiedad libre, plena e individual que permitiera el despegue del capitalismo agrario. El patrimonio de las manos muertas no era de libre disposición, ni pleno (ya que a menudo mediaba la cesión del dominio útil de la propiedad a censatarios), ni individual (pues la titularidad correspondía a sujetos colectivos e instituciones). La venta de estos bienes se efectuó a través de dos procedimientos básicos: la subasta pública al mejor postor (sobre todo en el caso de las propiedades plenas) y la redención por el censatario cuando se trataba de derechos sobre la tierra. Los ingresos obtenidos de la venta masiva de los bienes nacionalizados se destinaron a subsanar el déficit crónico de la Hacienda pública, al mismo tiempo que la liberación de la tierra hacía posible, al menos en teoría, una redistribución más justa de la propiedad fundiaria, la introducción de nuevas técnicas de producción capitalista y la creación de una base social de propietarios medios que ligara su suerte al triunfo del régimen liberal.

El 19 de febrero de 1836 comenzaba el proceso desamortizador impulsado por el primer ministro Juan Álvarez Mendizábal. Cuando Mendizábal llegó al poder en 1835 tenía ante sí lo que consideraba dos problemas fundamentales, el precario estado de las arcas públicas y la guerra civil contra los carlistas. Para remediar ambos problemas en una sola jugada, ideó la desamortización, una medida injusta  que pretendía poner en el mercado bienes y tierras mediante la expropiación forzosa, para venderlas mediante subasta pública. Mendizábal pretendía así financiar la recluta de 100.000 soldados y terminar con la guerra, al tiempo que renovaba el flujo de caudal público y ganaba para la causa liberal un buen puñado de compradores agradecidos.
Lo que se conoce por bienes de "manos muertas" eran aquellos patrimonios que procedían del Antiguo Régimen y que se encontraban "amortizados", esto es, que no podían ser vendidos ni divididos. Pertenecían a un título nobiliario o eclesiástico, a una villa, a un convento, a una orden militar o a un mayorazgo y en ocasiones tenían vinculado un determinado uso, a menudo comunal. Su titularidad podía transmitirse a quien correspondiese en herencia, pero debían permanecer íntegros. La desamortización parcial de estos bienes se venía produciendo desde el siglo xvi por necesidades concretas de los monarcas. Y gobernantes como Godoy y José I la habían puesto en práctica, el segundo como medida hostil ante el apoyo del clero a la resistencia.
Mendizábal no era un pionero pero sí fue el impulsor definitivo de esta medida, que con él se volvió irreversible. Con la finalidad de «disminuir la deuda pública», el primer ministro legisló a base de "decretazos" (sus medidas no pasaron por el Parlamento), la supresión de todas las órdenes religiosas que no tuvieran como fin la beneficencia, al tiempo que expropiaba sus bienes y los ponía en venta. Como medida social, el proceso no tuvo efecto igualitario alguno, pues el método de subasta dirigía los bienes hacia unas pocas manos, las que disponían de capital. No se formó en España ninguna burguesía agraria, pues sólo la nobleza terrateniente se interesó por las grandes pujas. La reforma acrecentó el latifundismo en el sur y atomizó los minifundios del norte. Tampoco logró el flujo de capital deseado, pues el proceso de venta fue lento y el dinero llegó con cuentagotas. Bien es cierto que se liberaron miles de hectáreas para su explotación, pero al no venir acompañada de una reforma agraria, sus consecuencias fueron limitadas.
A partir de 1834, la normativa desamortizadora, muy abundante, forma un voluminoso corpus jurídico recogido en los llamados Manuales de desamortización, pero la legislación fundamental sobre la cuestión se limita a un puñado de leyes, cuyo primer hito importante fueron las medidas adoptadas entre 1835 y 1837 por el liberal progresista Juan Álvarez Mendizábal, ministro de Hacienda durante la regencia de María Cristina.
La desamortización de Mendizábal es sin duda la más conocida, pero no la más importante en cuanto a su alcance y magnitud. Las primeras medidas desamortizadoras se tomaron en 1834 y 1835, antes de la llegada al poder de Mendizábal, con la supresión definitiva de la Inquisición, de la Compañía de Jesús y de los conventos con menos de 12 profesos, cuyos bienes pasaron al Estado para su venta y cuyos beneficios se destinaron al pago de la deuda nacional. La obra de Mendizábal contaba, pues, con precedentes inmediatos. El ministro de Hacienda, dotado de poderes especiales por las Cortes, se limitó a sistematizar y radicalizar unas medidas que, aunque aplicadas sólo parcialmente, se consideraban parte de una línea ya tradicional en la política de los liberales españoles. La originalidad de Mendizábal radica únicamente en el alcance de su legislación desamortizadora, que significó un ataque definitivo contra la propiedad eclesiástica y la vinculación de los bienes inalienables en manos de laicos. Esta política tenía cuatro objetivos esenciales: sanear el erario público y conseguir fondos para la continuación de la guerra contra el partido carlista, entonces en su apogeo; acumular un capital nacional que respaldase los intentos del gobierno de conseguir préstamos extranjeros; llevar a efecto el ideal progresista de la liberalización de la propiedad que permitiese la explotación capitalista de la tierra; y crear una base social interesada en la consolidación del régimen liberal burgués frente al absolutismo.
El 11 de octubre de 1835 se promulgó mediante decreto la supresión de las órdenes religiosas y la confiscación de sus bienes, justificada por la desproporción de los mismos:
 "... cuán inútiles e innecesarias son la mayor parte de ellas (las casas monásticas) para la asistencia espiritual de los fieles, cuán grande es el perjuicio que al Reino se le sigue de la amortización de las fincas que poseen y cuánta conveniencia pública de poner éstas en circulación para aumentar los recursos del Estado y abrir nuevas fuentes de riqueza".
Esta medida se completó con el decreto de 19 de febrero de 1836 que declaró en venta todos los bienes de las comunidades y corporaciones religiosas extintas, así como de los ya nacionalizados y de los que se expropiaran en el futuro. Los bienes podrían pagarse en títulos de deuda pública (muy devaluados) o en metálico, pero, dada la necesidad de liquidez del Estado, se ofrecieron ventajas a quienes lo hicieran de esta última forma. Hubo a continuación dos nuevos decretos desamortizadores, que ampliaron las medidas anteriores (así, el del 29 de julio de 1837 extendió la desamortización a los bienes del clero secular).
La desamortización provocó un áspero debate parlamentario y extraparlamentario. En primer lugar, hizo resurgir un antiguo problema jurídico-político: el conflicto entre la jurisdicción eclesiástica y la civil. El Estado liberal había asumido las viejas pretensiones de la monarquía absoluta de ejercer la superioridad de su potestad sobre las cuestiones temporales de la Iglesia, invalidando la jurisdicción eclesiástica separada. Según ha señalado R. Carr, el conflicto entre la Iglesia y los liberales que generó la desamortización a partir de 1834 se centró en esta cuestión jurisdiccional, pues no existió por parte de aquéllos un verdadero intento de establecer un Estado laico y secularizado ni de socavar la autoridad de la Iglesia católica en España. Esta cuestión generó un arduo debate en las Cortes. Los argumentos utilizados por los liberales para defender la capacidad del Estado de expropiar a la Iglesia se inspiraban en los antiguos ideales galicanos, que proclamaban el sometimiento del clero al poder civil y negaban al papado la posibilidad de intervenir en la política nacional. Se trataba, pues, de una reedición modernizada del antiguo regalismo. Frente a los argumentos desgranados por los apologetas de la desamortización, los moderados asumieron la defensa de la Iglesia de manera oportunista. Mientras se mantuvieron en la oposición, atacaron los proyectos desamortizadores calificándolos de "expolio" y apoyaron los intentos de la jerarquía católica por mantener el respeto al fuero eclesiástico. En realidad, temían que la acometida contra los bienes de la Iglesia fuera el primer paso de un ataque futuro de los progresistas contra la propiedad en general. Sin embargo, al llegar al poder en 1837, no osaron derogar las medidas desamortizadoras y se limitaron a suspender las ventas de allí en adelante, al tiempo que negociaban con el papado la aprobación de las ya efectuadas. El resultado de esta política de los moderados fue hacer irreversible el proceso iniciado e impedir, aun sin pretenderlo, la reconstrucción del poderío latifundista de la Iglesia.
Pero el debate público en torno a la desamortización alcanzó también al otro extremo del espectro político, representado por los radicales de izquierda. Para muchos de ellos, tanto en las Cortes como en la prensa, la desamortización, concebida como un expediente de urgencia para salvar al Estado de la bancarrota, significaba la pérdida de una oportunidad única de emprender una auténtica reforma agraria que permitiera una distribución más justa de la riqueza. El economista Álvaro Flórez Estrada dirigió en las Cortes un intenso ataque al proyecto desamortizador de Mendizábal. Para Flórez, la desamortización debía ser un medio para conseguir una reforma de la estructura de la propiedad de la tierra que favoreciera al campesinado pobre. En lugar de la pública subasta de los bienes desamortizados, propuso su entrega en arrendamiento enfitéutico (es decir, a muy largo plazo y a muy bajo precio) a los colonos que ya trabajaban las tierras de la Iglesia. "¿Será posible que nuestro gobierno, a costa de tan graves inconvenientes, se desentienda de abrazar la única medida capaz de sacar a la clase numerosa de la sociedad del estado de abyección y de miseria en que se halla?", clamaba Flórez Estrada. Sin embargo, estas llamadas a la justicia social fueron desatendidas tanto por el gobierno liberal de 1836-1837 como por el de 1841-1844, y la desamortización se aplicó esencialmente como un medio rápido de obtener ingresos para el Estado.

Real Decreto declarando la venta de los bienes del clero. Mendizábal, 19 de Febrero de 1836. 
"Vender la masa de bienes que han venido a ser propiedad del Estado, no es tan sólo cumplir una promesa solemne y dar una garantía positiva a la deuda nacional por medio de una amortización exactamente igual al producto de las ventas, es abrir una fuente abundantísima de felicidad pública; vivificar una riqueza muerta; desobstruir los canales de la industria de la circulación; apegar al país por el amor natural y vehemente a todo lo propio; ensanchar la patria, crear nuevos y fuertes vínculos que liguen a ella; es, en fin, identificar con el trono excelso de Isabel II, símbolo de orden y de la libertad [..,] El Decreto sobre la venta de esos bienes adquiridos ya para la Nación así como en su resultado material ha de producir el beneficio de minorar la fuerte suma de la deuda pública, es menester que en su tendencia se encadene, se funda con la alta idea de crear una copiosa familia de propietarios, cuyos goces y cuya existencia se apoye principalmente en el triunfo completo de nuestras actuales instituciones."

Nos encontramos ante un fragmento del Decreto de Desamortización de los Bienes del Clero, más conocido como la "Desamortización de Mendizábal", es una fuente primaria de tipo legislativo. Es de carácter público y su destinatario es la nación española. La intención del autor es la de justificar la necesidad de realizar una desamortización de los bienes del clero.
La idea principal es la de justificar la desamortización de los bienes del clero. En su justificación subyacen varias ideas secundarias que conviene que sean tratadas. Una de las ideas es la necesidad de vender las tierras del clero para poder hacer frente al pago de la deuda pública. El Estado se ha endeudado recientemente con la Guerra Carlista con la emisión de letras, bonos y obligaciones que amenazan con la bancarrota del Estado. Otra idea a destacar es la necesidad de poner a la venta las tierras que se encontraban vinculadas y amortizadas por la Iglesia en el conocido como "régimen de manos muertas" que impedía su venta, la salida a venta de estas tierras sería clave para una redistribución de la tierra y un cambio en la estructura de la propiedad agraria, además estas tierras tributarían en adelante al Estado. Por otro lado, al pasar a manos de campesinos, las explotarían incrementando así el Producto Interior Bruto del país, y se espera que también la productividad agraria. Además, los nuevos propietarios consolidarían en el trono a la futura Isabel II y crearían una masa de población afín al liberalismo y contraria al Carlismo.
Para hablar del contexto histórico de este texto tenemos que remontarnos a 1833, con la muerte de Fernando VII, su hija, la futura Isabel II se convierte en heredera al trono, sin embargo, se encuentra con la oposición del bando carlista, un grupo que no admite la Pragmática Sanción que derogaba la Ley Sálica y proclama como heredero legítimo al trono a Carlos María Isidro, hermano de Fernando VII. María Cristina, la reina de Isabel, es proclamada regente debido a la minoría de edad de la Reina, ante la oposición carlista no encuentra otra salida que la alianza con los liberales, hasta entonces denostados y represaliados en la llamada Década Ominosa. Esta alianza supone el fin del Antiguo Régimen en España, a partir de 1834, el régimen liberal comenzará a dictar leyes que terminen con el Antiguo Régimen y consoliden el liberalismo en España, de las más importantes de este periodo será la Constitución de 1837 y la conocida como Desamortización de Mendizábal. 
A pesar de los buenos propósitos de esta ley, sus resultados fueron bastante mediocres, por ejemplo, no se consiguió recaudar con la venta de estos bienes mucho dinero, puesto que se aceptaron vales de deuda, los conocidos como "Vales Reales" endosables y que habían sido emitidos por Carlos IV, así que las arcas del Estado siguieron siendo exiguas.
También se pretendía un incremento de la producción así como de la productividad. Y aunque es cierto que se consiguió aumentar el volumen de producción debido al aumento de tierra cultivable, en lo que se refiere a productividad, los rendimientos bajaron notablemente, ya que las tierras que se explotaron no eran tan ricas ni fértiles y no eran capaces de dar grandes cosechas por lo que disminuyó la productividad por hectárea.
Tampoco se consiguió cambiar la estructura de la propiedad de la tierra, ni redistribuir la riqueza, ya que la venta se realizó en pública subasta y no existió ningún tipo de limitación, así que las nuevas tierras fueron a parar a la alta burguesía y a la nobleza latifundista. Así fue una oportunidad perdida para llevar a cabo una auténtica reforma agraria.
Podemos decir que la desamortización de Mendizábal fracasa en sus objetivos sociales, sin embargo, es cierto que consigue aumentar la producción agraria nacional, que conllevará un aumento demográfico, y conseguirá en cierto modo paliar la deuda pública contraída con la guerra. También conseguirá introducir la agricultura en el sistema capitalista liberal, que se basa en la libertad de propiedad, explotación y comercio.


sábado, 16 de marzo de 2019

PROPISKA Y LA ISLA DE LA MUERTE


La Propiska era una especie de pasaporte interno que se introdujo en 1922 en la Unión Soviética. El documento era obligatorio para todos los ciudadanos, y mediante éste, el gobierno obtenía una información completa y exhaustiva de todos los habitantes.

Propiska o pasaporte de la ex URSS
Se supone que este pasaporte servía para saber exactamente cuántas personas habitaban en cada pueblo o ciudad, en barrios obreros, a quienes se asignaba viviendas, y para desalojar de los centros urbanos a delincuentes y antisociales. Pero la cara oculta del régimen también lo utilizaba para deshacerse de los kulaks.

¿Quiénes eran los kulaks? Pues se trataba de cualquier ciudadano que poseía tierras para producir. Muchos eran pequeños agricultores y campesinos soviéticos que conservaron pequeñas parcelas y contrataban trabajadores. A ellos se los condenaba, deportaba y se los consideraba “enemigos del pueblo”, ya que a las autoridades les recordaban a los antiguos terratenientes y hacendados rusos, y los veían como un peligro de la dictadura del proletariado.

"Kulaks" o agricultores soviéticos
Cuando detectaban algún kulak, le confiscaban su predio por más pequeño que sea, y le privaban a éste y a su familia del bendito pasaporte, de esta forma, no tenían acceso a la salud pública, y tampoco podían movilizarse, ya que era un requisito indispensable para transitar dentro de la ciudad o para salir de la misma. Todos quienes carecían de pasaporte eran considerados “elementos de clase inferior”, y eran los primeros candidatos para ir a colonizar grandes y heladas extensiones, a base de trabajos forzados.
Y así empezaron las purgas, las mismas que se acentuaron en 1932, ya que el deseo original de Stalin era llevar mano de obra y hacer productivas las tierras de Siberia y Kazajstán. Obviamente esto no era ningún premio, era el peor de los castigos.
En esta campaña de limpieza y “reasentamiento”, fueron detenidas más de 50.000 personas indocumentadas, especialmente de Moscú y Leningrado (actual San Petersburgo). Generalmente eran mendigos, delincuentes de poca monta, gitanos, pero en su gran mayoría eran personas que habían sido despojadas de sus tierras y que tuvieron que emigrar a la ciudad.
El problema se agravó cuando las autoridades sintieron premura por colonizar Siberia y Kazajstán, y por medio de la GPU (policía secreta soviética), se apresaron a miles de ciudadanos con el pretexto de los controles de pasaporte. Estas redadas se llevaron a cabo de forma tan abrupta, que la mayoría de detenidos eran personas que sí tenían su pasaporte, pero fueron capturadas por encontrarse en la calle, en la estación, o por estar haciendo “nada” literalmente. Fueron apresados ciudadanos comunes, transeúntes, profesores universitarios, pintores, tanto hombres como mujeres, para ser reubicados en las estepas siberianas. En el libro del historiador Ígor N. Kuznetsov se exponen casos concretos como este:


“Golenko Nikífor iba con su hijo por tren, el cual hizo escala en Moscú y durante la parada fue detenido en la estación sin motivo alguno. Sí tenía pasaporte.”


Estos ciudadanos fueron trasladados hasta la ciudad de Tomsk, donde los mezclaron con el grupo de “bandidos y delincuentes” desterrados. Los subieron en barcazas sin agua ni comida, apenas con la ropa que llevaban puesta, y se los llevaron hacia el norte, a través del Río Ob. El primer desembarco fue en la Isla de Nazino, el 18 de mayo de 1933, en donde dejaron a más de seis mil personas.

Embarcando hacia Nazino
Alrededor de 30 personas murieron en las embarcaciones debido a las condiciones infrahumanas del traslado, y por lo menos la tercera parte estaba en tan malas condiciones, que tenían que ayudarse unos a otros para desembarcar. Nazino era una isla agreste, sin vegetación y totalmente abandonada, donde no había absolutamente nada, ni cabañas, ni campamentos, ni oficinas administrativas. Se suponía que era una parada provisional, pero la estancia se prolongó durante casi un mes.


Nazino en la actualidad
La mayoría de gente no tenía la vestimenta apropiada para esa región de Siberia, ya que habían sido capturados y llevados a la fuerza tal como estaban vestidos, la mayoría en ropa ligera. Sólo en la primera noche, murieron 295 personas.
Hace poco se hizo pública una carta desclasificada después de 70 años, en la cual un subalterno le informa a Stalin acerca del arribo a la isla:


“Entre el 20 y 30 de abril de 1933, desde Moscú y Leningrado fueron enviados para la solución de trabajo dos grupos de individuos de subclase (se refierían así a los indocumentados), en total 6.144 personas. Este contingente llegó a Tomsk, se los puso en barcazas y fueron trasladados a la isla de Nazino. En la isla no había ninguna herramienta, ni edificios, ni semillas, no había ni una migaja de comida. El 19 de mayo empezó nevar debido a la rosa de los vientos, y las heladas se apoderaron del lugar. Fue cuando la gente comenzó a morir. Muchos de ellos murieron alrededor de las hogueras mientras dormían, agotados por el frío y la humedad. El equipo de sepultureros enterró durante el primer día 295 cadáveres.”

Ubicación de la isla
Apenas al tercer día de haber llegado a la isla llegaron “provisiones”, pero éstas consistieron en 20 toneladas de harina… solamente harina. La entrega de raciones se transformó en un caos, ya que los grupos más fuertes  se hicieron cargo del reparto, y entregaban las porciones según sus conveniencias. Luego se formó una gran estampida de toda esa gente que moría de hambre y hubo personas que fueron pisoteadas hasta morir. El reparto de harina se había vuelto tan caótico, que los guardias tuvieron que intervenir disparando a la gente a quemarropa.
Los afortunados que lograron conseguir un poco de harina, lo hicieron en sus sombreros, sacos, abrigos... El problema era que en esa remota isla a duras penas habían logrado encender fogatas, y obviamente no había hornos, así que en su desesperación corrieron a mezclarla con el agua del río y se la comieron así nada más. Las consecuencias no tardarían en llegar, ya que enseguida se propagó un brote general de disentería y fiebre tifoidea, lo que acabó de diezmar a los deportados. Los pocos que aún se mantenían con fuerza trataron de escapar cruzando el río, trataban de nadar sujetándose a viejos troncos, pero en seguida eran acribillados por los guardias, y los que no fueron alcanzados por las balas, murieron arrastrados por el río.
Y ahí fue cuando empezó lo peor, la gente tuvo que recurrir al canibalismo como medida de supervivencia. Uno de los pocos sobrevivientes de la isla, que en aquel entonces tenía 13 años recuerda:


“La gente moría por todas partes, se mataban entre sí. Entre los prisioneros recuerdo a una bonita joven deportada que estaba siendo cortejada por uno de los guardias. Aprovecharon un momento en que él se había ido y la atraparon, la ataron a un árbol, y aún estando viva empezaron a cortarle trozos de carne de su cuerpo. Se la comieron totalmente, estaban desesperadamente hambrientos. Cuando uno caminaba a lo largo de la isla, podría encontrarse con trozos de carne humana envuelta en telas y harapos, tiras de carne humana fileteadas secándose al sol, colgadas de los árboles. Todo el terreno estaba lleno de cadáveres.”

Yuri Iván Petrovich, hijo de una de las víctimas de la tragedia de 1930
Esta es apenas una de las pocas historias que han logrado salir a la luz, y en cierta forma ha ayudado a reescribir la historia, ya que se tenía la creencia de que a Nazino sólo llevaron a mendigos y malvivientes. Sin embargo la tragedia de esta isla resulta apenas insignificante, comparándola con las muertes del "Holocauso ucraniano" de aquel mismo año. Es un secreto a voces que hubo muchos otros Nazinos, pero no se sabe si alguna vez saldrán a la luz.

Cruz conmemorativa colocada en junio de 1993 en la isla



martes, 8 de mayo de 2018

LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA...LA GUERRA DEL DESGASTE Y LA REORGANIZACION DE LOS CONTENDIENTES


A finales de 1936,la guerra tiene cuatro frentes abiertos:los de Andalucia,Aragón,Madrid y el denominado del Norte.Cinco meses despues del inicio de la rebelion en Melilla,el enfrentamiento,concentrado especialmente en torno a la capital,parece haber entrado en una fase de equilibrio.A la vez que el ejercito franquista se desgasta en el asedio,las tropas republicanas toman aire y consolidan su resistencia.En el plano politico la situacion tambien esta mas definida: Franco ha conseguido el poder y,utilizando los intactos recursos de la Administracion de las zonas sublevadas,ha puesto en marcha la creacion de un nuevo Estado.El apoyo y ayuda tanto de Alemania nazi como de la Italia fascista se reflejan en el nuevo sistema,creando la imagen suya.La Republica,que se ha visto desbordada por el vendaval revolucionario,ha conseguido controlar minimamente la situacion a pesar del terreno y del tiempo perdidos.la cordura del Partido Comunista,consciente de que solo la disciplina impedira el derrumbe republicano, y el apoyo de la Union Sovietica,unica potencia que ayuda materialmente al Gobierno español.evitaran la debacle.La lealtad comunista y el auxilio sovietico tendran,no obstante,un alto coste para el bando republicano :la creciente influencia de los primeros y la deuda permanente con los segundos...


El ataque a Madrid,que ha golpeado intensamente a los milicianos y motivado el traslado del Gobierno a Valencia,ha supuesto,sin embargo,el mayor descalabro para las tropas rebeldes.El primer intento,el que tiene lugar en los meses de otoño del 36,no ha conseguido su objetivo; al contrario,ha permitido la organizacion de un ejercito republicano capaz de medirse con los insurrectos.Ademas el bombardeo aereo de Madrid y la llegada de los voluntarios de las Brigadas Internacionales han contribuido a elevar la moral de los resistentes.El segundo intento se realiza  a finales de noviembre de ese mismo año,con un bombardeo sobre las localidades de Pozuelo de Alarcon y Húmera,situadas al norte de la capital.Un exceso de confianza por parte de las tropas franquistas,al desarrollarse el combate en campo abierto,acaba de nuevo,tras cinco dias de encarnizados enfrentamientos,en fracaso.El fuerte animo de los sitiados y la estrategia militar de Miaja y Rojo compensan su inferioridad material y logran una nueva victoria sobre sobre la anquilosada táctica colonial utilizada por los rebeldes.
Un segundo ataque ,mas preparado esta vez,se inicia en diciembre con el objetivo de tomar la carretera de la Coruña,que es detenido por los  carros de combate rusos de la XII Brigada Internacional.
El tercer intento de tomar la capital,se inicia en enero del 37.Las fuerzas atacantes del general Varela,compuestas sobre todo por mercenarios marroquies,toman finalmente la carretera de la Coruña pero no alcanzan su proposito ultimo :entrar desde esa misma via en Madrid,los asaltantes cometen el error de no centrar sus fuerzas en un unico punto y ,pese a su evidente superioridad ,son frenados en el monte de El Pardo .Dos mil hombres pierden la vida en el bando franquista y mas del triple entre los defensores de la ciudad . a mediados de enero concluye la batalla de Madrid.



La siguiente accion de la tropas franquistas es la de intentar tomar la carretera de Valencia con el fin de cortar la comunicacion entre Madrid y Valencia,(nueva sede del gobierno de la Republica ,asi da comienzo la batalla del Jarama.La operacion inicial consiste en la envestida de 20.000 hombres,apoyados por la Legion Condor ,que obliga a los republicanos a replegarse al otro lado del rio Jarama .La batalla tiene lugar en un frente abierto y,sin practicamente maniobra importante alguna,se convierte en un choque de desgaste.La lucha material enfrenta a los carros de combate,artilleria y aviones sovieticos con los de las potencias fascistas.Los sucesivos choques en las cercanias del Jarama sirven para que unos y otros midan la capacidad de su nuevo armamento :la batalla aerea enfrenta a modelos de avion (Policapov ) con italianos y alemanes (Fiat y Heinkel); bombarderos Katiusca ,se miden con Junkers y Savoya ; la artilleria  alemana prueba su cañon 8'8.Sin embargo el equilibrio resultante,y en ocasiones la mala utilizacion del material empleado,impide el exito de ninguno de los contendientes.La principal prueba de fuego es para el ejercito republicano,que consigue detener al enemigo en un escenario abierto .En torno a 20.000 muertos ,mas o menos identica cifra para cada bando enfrentado,es el resultado efectivo de la batalla.

La firmeza de Madrid,que consigue repeler los ataques lanzados contra ella,origina diferentes cambios en la organizacion militar de ambos bandos.En el lado republicano se procede a la disolucion del Quinto Regimiento,proyecto que pese a estar previsto no se ha podido llevar a cabo por las necesidades de la urgente defensa de la capital.El Quinto Regimiento es la unidad de partido mas importante entre las surgidas nada mas iniciarse la guerra.Organizado por el Partido Comunista ,debe su nombre a la existencia en Madrid anterior al conflicto de cuatro regimientos :al fundarse uno nuevo ,con el objeto de proceder a su defensa,se numera con "el quinto" :tras la batalla de Madrid , (mas de 60.000 hombres,la mitad de ellos militantes comunistas) lo integran.junto a las fuerzas de la CNT,compuestas por unos 30.000 milicianos ,servira de base para la formacion de media docena de brigadas mixtas,nueva unidad proyectada por el Gobierno de Largo Caballero,Los jefes de cada una de las nuevas brigadas seran conocidos lideres comunistas (Lister,Modesto,Valentin Gonzalez "El Campesino" ) y anarquistas (Cipriano,Mera...) .Las brigadas mixtas,tal y como estaba planeado,pasan a depender de la Junta de Defensa dirigida por el general Miaja,por su parte el Ministro de Hacienda,Juan Negrin,cuya accion politica va mas alla de la meramente economica ,inicia la reorganizacion del cuerpo de carabineros.El nuevo Ejercito Popular.que asi sera llamado,se dotara de su propio sistema de empleos,uniforme,simbolos (la estrella roja de cinco puntas) y saludos.En la primavera del 37,el nuevo ejercito estara integrado por 200 brigadas mixtas,61 divisiones, y otras unidades diversas que en conjunto suman mas de medio millon de hombres.



En el bando franquista,tambien se producen modificaciones que afectan a los medios y a los objetivos militares.Hasta este momento el ejercito sublevado está organizado en columnas: las que han ascendido desde Sevilla por Extremadura hasta llegar a Madrid y las que han ocupado Guipuzcoa y siguen combatiendo en el frente Norte.Desde finales de 1936 las distintas columnas pasan a denominarse brigadas; y el conjunto de ellas,division.Aunque las tropas africanas siguen siendo la principal fuerza de choque,el mantenimiento de los frentes obliga a movilizar a los reemplazados de la zona bajo su control,alcanzándose identica cifra de soldados que la conseguida por los republicanos aunque,eso si,mas profesionales,mas disciplinados y mejor equipados.Ademas el Cuerpo de Tropas Voluntarias (CTV) italiano,que en el mes de febrero ya ha enviado a España cuatro divisiones (tres de milicias fascistas y una del ejercito),sumando mas de 50.000 hombres reclama una participacion mas activa,abriendo su propio frente.Junto a ellos,mas de 10.000 portugueses,conocidos como "viriatos", y las unidades de élite del ejercito aleman, englobadas en la Legion Condor,apoyan activamente a las tropas franquistas.
El primer movimiento importante desarrollado por el CTV italiano,que ha desembarcado en los puertos andaluces controlados por los insurrectos a principios de 1937,tiene lugar en el mes de febrero,al tomar Malaga.En tres dias los italianos entran en la ciudad,en la que tan solo encuentran una pequeña resistencia.El optimismo generado por este primer exito  hace que Mussolini demande un mayor protagonismo para sus tropas y que se reivindique su presencia en el frente del centro,con la idea de resolver una complicada situacion ,la de entrar en Madrid ,que dura ya tantos meses.Las sucesivas derrotas en el intento de conquistar la capital convencen a Franco de la necesidad de recurrir a las fuerzas extranjeras a su servicio para conseguirlo...    


  



domingo, 8 de abril de 2018

GERMANA DE FOIX


La muerte de Isabel la Católica a efectos prácticos no supuso el tan temido desmembramiento del nuevo Estado que nació gracias a sus impulsos: España. Pero se corrió el riesgo. La tan manida frase de “Tanto monta, monta tanto” terminó por convertirse en una falsedad que descubrimos aquel 26 de noviembre de 1504, el día en que expiraba la que con toda probabilidad ha sido una de las personalidades más importantes de la historia de España. 


Fernando el Católico había sido uno de los gobernantes más decisivos y acertados de su época y probablemente del periodo. Pero justo cuando muere su esposa, el rey aragonés es presa de un ataque de vanidad sin precedentes, que entre otras cosas pasa por asegurarse el control de todas las posesiones que ya tenía más las que le correspondían a su mujer (Castilla y el Nuevo Mundo), a la vez que decide empezar la más vergonzosa de las falsedades que han terminado convirtiéndose en leyenda y aceptada como verdadera por los españoles: la locura de su hija Juana,que si bien existió, fue aumentada a conciencia.

Cuando aún no se había cumplido un año del fallecimiento de la Reina, Fernando decide volver a casarse. Escoge a una joven de 18 años (él tenía 53), sobrina del Rey de Francia. En el pacto matrimonial, el monarca francés les da a ambos Nápoles como regalo nupcial y le cede el título de Rey de Jerusalén. Pero si no tenían hijos, ambas cosas volverían a Francia. Es aquí cuando se despierta la codicia del aragonés que se lanza a la empresa de ser padre una vez más al tiempo que para proteger la dote territorial, procurará que su hija Juana y su yerno Felipe de Habsburgo, no sean reyes nunca. Pero como quiera que la fortuna le es esquiva en la tarea de ser de nuevo padre, termina no sin protagonizar episodios un tanto oscuros, por reconocer a los reyes. 

Su esposa era Germana de Foix, sobrina del rey de Francia Luís XII. Cuando muere Fernando el Católico, con toda probabilidad tras dos años tomando remedios para ser más fértil y lograr la obsesiva sucesión, tiene 29 años. El heredero español, de 17 años, es el Emperador Carlos. Germana por tanto es su abuelastra y le lleva doce años. Ese 1517, Carlos I pisa España y se “enamora” de su abuelastra con la que mantiene relaciones íntimas (era soltero) de las que nace Isabel, que aunque no será nunca reconocida oficialmente, siempre formará parte de la corte y será educada como Alteza. 

No tardó Carlos I en casarla con uno de los nobles de su séquito, para acallar las habladurías y mantener el buen nombre de ambos. Desde entonces, poco nos importa ya la vida de Germana, que será nombrada virreina de Valencia, y que morirá en 1538 a la edad de 50 años. Lo que nos hace acordarnos de ella no es otra cosa que la perversión que hasta las personas más rectas, grandes y trascendentales pueden experimentar en su vida. Si el Rey Fernando el Católico fue considerado como el modelo de gobernante y estimado como un modelo a seguir por los reyes y altos cargos de su época, fue morir Isabel y envenenarse de la enfermedad de la codicia. Germana por supuesto, habría que dejarla al margen de las triquiñuelas de su marido, a la hora de inhabilitar a la verdadera heredera (Juana, mal llamada Loca)

Una reina consorte que se quedó con la miel en los labios... Tener descendencia y ser, sin concesiones, Reina consagrada. Y siempre me pregunto lo mismo: ¿qué hubiera sido de España con esta nueva dinastía? Yo casi que respondo... ¡No le hubiera llegado a Isabel la Católica ni a la suela de los zapatos! Y sin la herencia europea de Carlos I, o no hubiésemos sido un Imperio tan próspero, o nos hubiéramos ahorrado tan descomunal derroche en guerras absurdas. Ahora bien, tal vez no hubiera funcionado la unificación española ni prosperado el catolicismo europeo.
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/4/4d/Germaine_de_Foix1.jpg/245px-Germaine_de_Foix1.jpg
http://laalacenadelasideas.blogspot.com.es/2011/12/germana-de-foix.html

martes, 6 de marzo de 2018

LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA,LAS BRIGADAS INTERNACIONALES Y EL PAPEL DE LOS INTELECTUALES


El 22 de octubre,con las tropas franquistas a punto de abordar la toma de Madrid,que ha sido ordenada por Franco dos dias antes,el presidente Azaña abandona la capital para instalarse,hasta casi el final del conflicto,en Barcelona.
Aviones Junkers bombardean Madrid el dia 23.En una situacion practicamente de asedio,solo con comunicacion hacia el sureste,hacia Valencia,cuatro ministros anarquistas se incorporan al Gabinete de Largo Caballero el 4 de noviembre.Apenas tomada esta decisión .el Gobierno ante lo insostenible de la situacion es evacuado a Valencia el dia 6.El general Miaja es encargado de defender Madrid ,para lo cual organiza la Junta de Defensa ( en la que participan partidos y asociaciones ) y prepara los planes militares,diseñados por el teniente coronel Vicente Rojo.
Los bombardeos,la llegada de la avalancha de refugiados que escapa del avance de las tropas rebeldes por Extremadura y Castilla la Nueva y la marcha del Gobierno a Valencia da lugar a una situacion de pánico colectivo en la ciudad:el temor  a las tropas moras,cuyas acciones son pregonadas por la poblacion,lejos de favorecer una rendición provocada por  el terror,alienta la defensa numantina de la capital "NO PASARAN" ,lema par la defensa de un Madrid asediado,se convierte en emblema de resistencia al fascismo.La llegada de las brigadas internacionales y de la columna anarquista de Durruti eleva la moral de los madrileños que,gracias  la estrategia de Rojo y al valor con que se enfrentan a los asaltantes,logran resistir el ataque .
Aunque las tropas de Franco consiguen dominar parte del casco urbano,ante la imposibilidad de tomar la ciudad ,el asalto a Madrid es interrumpido.No obstante,se mantendra el frente en las posicis mas avanzadas,manteniendose hasta casi el final de la contienda. 



Desde el principio de la Guerra Civil comenzaron a llegar a España voluntarios para luchar con la fuerzas del bando republicano,como los integrantes de la Columna Lenin ,creada por el POUM en el frente de Aragon en julio del 36 (en la que lucho el escritor britanico George Orwell ) o los soldados rusos llegados a Madrid, a finales de agosto junto al Embajador sovietico Marcel Rosenberg.Sin embargo,la idea de organizar una fuerza de voluntarios nacio del secretario del partido comunista frances,Maurice Thorez,en septiembre y contando con el respaldo de la Union Sovietica,aunque la participacion de esta en el empeño habia de ocultarse,para no irritar a las potencias occidentales.
Los 500 primeros voluntarios llegaron al puerto de Alicante y se concentraron en Albacete,done André Marty, un frances veterano de la primera Guerra Mundial  constituyó las dos primeras Brigadas Internacionales ( de un total de 5 ) ,la XI y la XII que entraron en combate en el frente de Madrid:al principio,estas Brigadas cada una de 3000 a 5000 hombres, y compuestas por tres o cuatro batallones,constituyeron un ejemplo de disciplina en un entorno dominado aun por milicias poco organizadas.Sin embargo,al ser fuerzas de choque destinadas a posiciones clave y estar formadas sobre todo por profesionales sin mucha formacion militar,sus bajas en combate fueron enormes.De los alrededor de 40.000 voluntarios llegados durante toda la guerra para alistarse en las Brigadas Internacionales,se calcula que murieron unos 18.000 y que en cada momento de la contienda hubo entorno a 15.000 en los frentes.
Entre los componentes de estas brigadas,gran parte de ellos comunistas o simpatizantes de la Revolucion Rusa,hubo hombres de unos 50 paises, siendo los mas representados, Francia,Alemania y Austria,Italia,EE.UU.,Gran Bretaña,Yugoslavia...A diferencia de los contingentes que que acudian en ayuda del bando alzado,los internacionalistas solian viajar de forma ilegal,para no llamar la atencion de su gobiernos o de naciones hostiles y llegaban a España sin armamento y sin estar encuadrados en ninguna organizacion militar.
Al principio los Batallones Brigadistas (Lincoln,Garibaldi,Comuna de Paris...) solo estaban formados por extranjeros,pero en el curso de la guerra se fueron incorporando a unidades del Ejercito Popular de la Republica.En general,aunque los Brigadistas participaron en muchas batallas cruciales de la Guerra Civil ( Madrid,Guadalajara,Brunete,Belchite,Ebro o Teruel...) ,su actuacion no fue militarmente decisiva,aunque si tuvo gran importancia simbolica.En virtudo del acuerdo alcanzado entre el Gobierno de Juan Negrin y el Comite de No Intervencion,en noviembre de 1938 desfilaban en Barcelona los ultimos brigadistas para despedirse de una republica proxima a fallecer
Varios años despues de reinstaurarse la Democracia,en 1996, se aprobo un Real Decreto que concedia la nacionalidad española,mediante carta de naturaleza,a los brigadistas superviviente que la solicitaran.    



Si en el bando franquista se conforma un cultura tradicional,apoyada en el mas rancio catolicismo,en el irracionalismo fascista de la Falange y en la difusion de una serie de simbolos con reminiscencias imperiales,en el republicano tiene lugar una revolucion cultural apoyada por gran parte de los escritores e intelectuales,que continua la labor iniciada en tiempos de paz por la II Republica.El énfasis se pone en la difusion de la cultura y en el esfuerzo pedagógico de educar a las clases mas humildes.Se crean los Institutos Obreros, las Escuelas de Adultos y las Milicias de la Cultura,encargadas de enseñar a leer y escribir a todos los soldados analfabetos.Las iniciativas culturales se suceden sin descanso. Recitales poéticos,giras teatrales,proyecciones cinematográficas,conferencias y cursos populares llegan al frente y a todos los rincones de la menguante España republicana.
Entre los intelectuales que apoyan a la Republica ,al igual que sucede en el bando franquista ,destacan algunos escritores que han pasado a la historia de la literatura :Antonio Machado,Miguel Hernandez,Rafael Alberti,Juan Ramon Jimenez ...Su posicionamiento es tan diverso como el de aquellos que inicialmente apoyan la legalidad republicana :desde liberales ilustrados a comunistas estalinistas.En todos ellos subyace un mismo propósito :evitar el desmoronamiento de un proyecto colectivo que ha intentado sacar a España del atraso secular en que se encontraba y defender el regimen de libertades que desde 1931 ha intentado establecerse.Cuestion distinta es el modelo de sistema politico al que aspiran :desde el liberalismo democratico a la dictadura del proletariado, pasando por el utopismo anarquista.
     



martes, 27 de febrero de 2018

LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA, UN ESTADO SIN EJERCITO Y EL GOBIERNO DE LARGO CABALLERO



El proceso revolucionario emprendido en la España republicana tiene una trágica consecuencia :decidirá el resultado definitivo de la guerra ya que las fuerzas y el tiempo perdidos provocarán que de una situacion militar mas o menos equilibrada se pase a una situación de notable desventaja en apenas unos meses,desventaja que ya nunca podra ser superada:La descomposicion del estado se produce,como consecuencia de la anarquia (nunca mejor dicho) desatada,en un momento en el que el poder institucional necesita utilizar y tensar al máximo todos los recursos:ejercito,policia,diplomacia,sistema fiscal,control del comercio interior y exterior,control de la produccion,etc...Sin embargo,las energias se emplean en discutir el modelo de revolucion a implantar,en poner en marcha proyectos utópicos que rapidamente chocan con la realidad y en generar un clima de alborozo festivo que tiene tanto de ingenuo como de ineficaz.
El Gobierno republicano,en este momento no sabe afrontar la crisis abierta por el golpe de estado sino que,una vez establecido un escenario de guerra abierta,tampoco es capaz de movilizar los recursos de que dispone.Los distintos territorios republicanos estan desligados y en realidad parecen no tener vinculo alguno entre si.Para agravar aun mas la situacion,la ayuda exterior le es hurtada a la Republica como consecuencia de la aplicacion de las decisiones tomadas por el comité de la No intervención.Frente a esta situacion, en la zona sublevada el ejercito traslada su esquema organizativo no dejando lugar a la improvisacion y cuenta con la ayuda incondicional de los ejercitos de Hitler y Mussolini,que violan sin rubor las decisiones tomadas por la comunidad internacional.
Los errores en la organizacion militar,que pretende recomponer los restos del ejercito republicano,son tambien destacables.La desconfianza hacia algunos mandos y unidades provoca deserciones en masa de los soldados,que acuden a alistarse a las milicias de los partidos y sindicatos.Aunque numericamente la situacion no parece del todo mala, la realidad es bastante engañosa :la viacion ha permanecido al lado de la legalidad pero sus medios son bastante recarios y los aparatos con que cuenta pocos y de escasa calidad;por su parte la armada dispone de barcos tambien obsoletos y la mayor parte de la oficialidad se ha levantado en armas.Por el contrario,la aviacion de los rebeldes,que rapidamente superará a la republicana,se equipa inmediatamente gracias ala ayuda de Alemania e Italia; de igual forma,la flota de los sublevados tendrá prontas incorporaciones y ayuda permanente de las potencias fascistas.
La organizacion de una fuerza militar,con la presion que supone la presencia de un ejercito bien organizado a las puertas,corre en las primeras semanas a cargo de los partidos,que ponen en marcha sus repectivas milicias.Desbordado por la accion de grupos politicos y sindicatos,el gobierno no logra articular unas nuevas fuerzas armadas.Una de las acciones llevadas a cabo consiste en decretar el aislamiento de los milicianos en veinte batallones en los que se encuadran alguno de los oficiales que se han matenido leales a la Republica. 
Consciente de la necesidad de reconstruir el Estado y de hacer frente a la guerra articulando un un ejercito capaz de enfrentarse al franquista,la clase politica republicana decide la formacion de un nuevo gobierno que sustituira al de Giral,que tan poco exito y tantos problemas ha tenido.
Tras convencer al presidente Azaña,es elegido Francisco Largo Caballero ,unico politico del Frente Popular que puede aglutinar las distintas tendencias de los grupos de izquierdas que apoyan a la Republica,expecialmente a los sindicatos.Su primer gobierno se forma el 4 de septiembre.De el forman parte seis socialistas,cuatro republicanos,dos comunistas,un representante de los republicanos catalanes y un nacionalista vasco,incorporado tras asegurarse la aprobacion del Estatuto de Autonomia.
El 1 de octubre,el mismo dia que franco es nombrado generalisimo,Largo caballero es refrendado en su cargo y aprobado el estatuto del Pais Vasco tras reunirse,menguado por las ausencias .el Congreso de los Diputados.Cinco dias despues,Jose Antomio Aguirre jura su cargo como presidente del gobierno autonomo vasco.
Pese a contar con mayor apoyo que Giral,tampoco Largo Caballero consigue resolver los problemas mas acuciantes:Tras convencerse de la ineficacia del sistema de milicias,el jefe del Gobierno decreta,a comienzos de octubre, la disolucion de las mismas y la creacion de brigadas mixtas,estructura principal del ejercito republicano a partir de ese momento (en los siguientes meses se formaran mas de 150) .Sin embargo,cuando las tropas del ejercito de Africa llegan a las puertas de Madrid,todavia no se ha puesto en marcha la nueva organizacion militar.Eso si,se ha creado el Comisariado General de Guerra y se ha reorganizado el Estado Mayor,con no pocas resistencias de Cataluña y Pais Casco.
Donde mayor empeño pone el gobierno de Largo Caballero es en el intento de atraer apoyo y ayuda internacional,pero ni la Sociedad de Naciones ni las potencias occidentales prestan la suficiente atencion a las denuncias del Gobierno español acusando a Alemania nazi y la Italia fascista de ayudar directamente a los insurgentes.
Tan solo la Union Sovietica,que hasta el mes de octuble se ha limitado a enviar medicinas y alimentos,dad la pasividad internacional ante el comportamiento de alemanes e italianos,comienza a enviar aviones,carros de combate y vehiculos,ademas de personal militar.
Temerosos de la inmediata toma de Madrid,Largo Caballero y su ministro de hacienda Juan Negrin,deciden el envio de de mas de la mitad de las reservas de oro del Banco de España a la Union Sovietica.Cuatro buques parten de Cartagena hacia la URSS con motivo de impedir que caiga en manos de Franco o que sea congelado en bancos franceses o suizos en caso de ser intenacionalmente reconocido el gobierno de los rebeldes.
La ayuda sovietica,nada desinteresada se pagaria utilizando esos fondos (la de Alemania e Italia,tambien se pagó) .en cualquier caso,la llegada de material sovietico, y la organizacion de las milicias comunistas ,cuyo Quinto Regimiento es la mas eficaz y disciplinada de entre todos los partidos,acrecientan el prestigio del Partido Comunista,que poco a poco se convierte en uno de los mayores puntales de la Republica.