jueves, 25 de junio de 2015

LA CONFESIÓN DE AUGSBURGO......CARLOS V




 Síntesis de la fe luterana (Confessio Augustana), redactada por Felipe Melanchthon y presentada el 25 de junio de 1530 al emperador Carlos V y a la Dieta alemana, reunidos en Augsburgo (Alemania).
La de Augsburgo no era la primera confesión de la fe protestante que se hacía. Ya en 1528 el propio Martín Lutero había incluido una en su obra De la cena de Cristo, destinada a clarificar su doctrina, no sólo frente a los católicos, sino también frente a otras corrientes reformistas no luteranas (por ejemplo, el zwinglianismo). El año siguiente, el 16 de octubre, se promulgó en Schwabach (Franconia) otra confesión luterana, los 17 artículos de Schwabach; en esta ocasión se trataba de un documento emitido conjuntamente por varios grupos luteranos, destinado a promover una alianza con los alemanes del sur y también a afirmarse de nuevo contra los partidarios de Ulrico Zwinglio.
Por entonces, el emperador Carlos V convocó la Dieta de Augsburgo para tratar de restablecer la unidad religiosa, dado que la anterior Dieta y Edicto de Worms (1521), que condenaba el luteranismo, no había sido aplicado (ni parecía políticamente conveniente hacerlo). Así, con vistas a la Dieta, el príncipe elector Juan de Sajonia solicitó la ayuda de los teólogos de Wittemberg, consulta que tuvo como resultado el artículo de Torgau. Como ya era habitual, se trataba de marcar distancias de las creencias zwinglianistas, baptistas, iluministas o de otros grupos, y así convencer al emperador de la pureza de su fe, idéntica a la que poseían los Padre de la Iglesia, libre de adherencias seculares. Sin embargo, por su parte, el teólogo católico Juan Eck había preparado los “404 artículos” con que pretendía acusar al luteranismo y otras confesiones de herejía.
Melanchthon, ya en Augsburgo, tuvo noticia de los escritos de Eck y se propuso redactar, como defensa, una confesión más completa basándose en los documentos anteriores. Envió un borrador a Coburgo, donde estaba Lutero (no podía presentarse a la Dieta al haber sido condenado en Worms) el 11 de mayo de 1530; éste lo aprobó, aunque en una carta a Juan de Sajonia daba a entender que consideraba el tono de Melanchthon demasiado blando, y en otras posteriores, que algunos artículos suavizaban ciertas proposiciones (el culto a los santos, el purgatorio, etc.). Esto era cierto, dado que Melanchthon había matizado las cuestiones más ásperas para favorecer el acuerdo.
En cualquier caso, diversos príncipes luteranos suscribieron la confesión, además de Juan de Sajonia: el príncipe de Anhalt, Wofgang; los duques de Brunswick-Lünbeburg, Ernesto y Francisco; el landgrave de Hesse, Felipe; las ciudades imperiales de Nuremberg y Reutlingen, y el margrave de Brandenburgo-Ansbach, Jorge. Para evitar, que fuese sometida a votación en la Dieta, que tenía mayoría católica, se decidieron a leerla públicamente. Así se hizo el 25 de junio de 1530, ante el emperador, por el canciller de Sajonia Christian Beyer. Era un escrito que recogía la mayoría de las creencias luteranas, aunque no completamente, y estaba dividido en dos partes con 28 artículos en total. La primera, desde el artículo 1 al 21, contiene los principios originales de la fe, según el Evangelio; la segunda (los siete artículos restantes), los añadidos humanos a las leyes divinas a lo largo de los tiempos y su rectificación. Se afirmó que la aceptación de los principios enumerados en la primera parte bastaría para salvar la unidad de la Iglesia, dejándose libertad en las prácticas recogidas en la segunda.
Mientras Melanchthon se mostraba diplomático y negociaba la paz con el legado pontificio en Augsburgo, Lorenzo Campeggio, una comisión de 20 teólogos católicos preparaba una respuesta a la Confesión protestante (Confutatio) y otros grupos protestantes que estaban en desacuerdo con Melanchthon y Lutero enviaban sus propias confesiones (la Tetrapolitana, literalmente, ‘cuatro ciudades', de Constanza, Estrasburgo, Linday y Memingen, de Alemania del sur, redactada por Martín Bucero; y la Fideo ratio ad Carolum imperatorem de Zwinglio). Cuando el 3 de agosto se presentó por fin la Confutatio católica, que basándose en la Biblia ponía de relieve las diferencias doctrinales entre católicos y luteranos, el emperador consideró contestada y corregida la Confesión de Melanchthon y aguardó la sumisión protestante. Por su parte, los luteranos la consideraron insuficiente, con lo cual fracasaba el arbitraje imperial de la cuestión religiosa.
Todavía hubo algunos intentos de solución, como la petición del emperador de la convocatoria de un concilio ecuménico en donde tratar el asunto, o la celebración de un encuentro con representantes de ambas partes, pero fueron obstaculizados por intereses políticos. Un edicto de la Dieta de Agusburgo (noviembre de 1530) daba un plazo de tiempo a los seguidores de la Confesión a retractarse: así, más adelante estallarían las cruentas guerras de religión. Por otra parte, una Apología de la confesión de Augsburgo escrita también por Melanchthon tras escuchar la Confutatio no fue aceptada por Carlos V, por lo que tendría poca difusión hasta que se firmó mucho después en Esmalcalda (1537). Sin condicionamientos diplomáticos, este nuevo escrito ponía de manifiesto mucho más que la Confesión las posturas doctrinales luteranas, en especial sobre la justificación del hombre por la fe en Cristo. Aunque para su función original de diálogo no tuvieron todo el efecto deseado, estos dos textos, junto con otros posteriores (catecismos de Lutero y Fórmula de Concordia de 1580), serían a partir de entonces el fundamento doctrinal del luteranismo.

Enlaces en Internet

http://www.intratext.com/X/ENG0204.HTM ; Página con el texto completo de la Confesión de Augsburgo (en inglés). http://www.terra.es/personal4/marcosberndt/confesiondeaugsburgo.htm ; Página con el texto de la Confesión de Augsburgo, sin el prefacio (en español).

Bibliografía

  • GRAEBNER, Th. The story of the Augsburg confession. (St. Louis, Concordia Publishing House: 1929).
  • FLICHE, A. y MARTÍN, V. Historia de la Iglesia. Vol. XVIII: “La crisis religiosa del s. XVI”. (Valencia, Edicep: 1975).
  • GRANE, L. The Augsburg Confession: a commentary. (Minneapolis, Augsburg Pub. House: 1987).
  • JEDIN, H. Manual de Historia de la Iglesia. Vol. 5: “Reforma protestante, reforma católica y contrarreforma”. (Barcelona, Herder: 1986).
  • La confesión de Augsburgo ayer y hoy. Congreso internacional luterano-católico (Salamanca, 23-26 de septiembre de 1980). (Salamanca, Centro de Estudios Orientales y Ecuménicos “Juan XXIII”-Universidad Pontificia: 1981).
  • MEYER, J.P. Studies in the Augsburg Confession. (Milwaukee, Northwestern Pub. House: 1995).
  • The Augsburg Confession: Anniversary Edition. (Augsburg Fortress Publishers: 1979).
  • RAUSCH, Th. “The Spirituality of the Augsburg Confession”, en Spirituality Today, 32 (1980) 292-304.
    http://www.enciclonet.com/articulo/confesion-de-augsburgo/

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