Macedonia, una
tierra unificada por el Rey Filipo II, se había convertido en un
territorio de gran importancia y peso en el mundo antiguo. Su eficacia
militar, y su rompedora riqueza basada en el oro y el comercio, pronto
llevó a esta tierra a mirar a cotas más elevadas, a ampliar su
territorio, y a buscar un salida al mar desde la que dominar el
Mediterráneo. Tras la muerte de Filipo en el año 336 a.C. su hijo,
Alejandro asumió el trono. Alejandro, de 20 años de edad y ya siendo un
afamado y respetado líder militar pronto siguió con la tendencia
expansionista de su padre. Esto le llevó a entrar en guerra con el
Imperio Persa, amparado en una unión de los pueblos griegos denominada
la Liga de Corinto en la que tan solo se echaba de menos la presencia de
Esparta, puesto que todas las demás polis griegas estaban
representadas. Alejandro, acabaría siendo conocido como Alejandro Magno
siendo uno de los personajes históricos más reconocidos de la historia.
Esta guerra, permitía a Macedonia poder expandirse hacia el este y a las
demás polis griegas a vengarse por las anteriores invasiones persas. La
campaña comenzó con victorias importantes para el lado aliado. Los
persas con Dario III al mando, reclutaron un nuevo gran ejército y se
desplazaron a Gaugamela donde aprovecharon una gran llanura en la que
incluso eliminaron cualquier posible obstáculo que impidiese una gran
batalla campal. El campo de batalla estaba decidido, solo faltaba que
Alejandro Magno acudiese con sus tropas para que diera comienzo la
decisiva Batalla de Gaugamela que a buen seguro decantaría la iniciativa
de la guerra.
Alejandro Magno
acudió sabiendo que la Batalla de Gaugamela muy probablemente se iba a
convertir en la batalla más importante de su vida. El ejército macedonio
estaba formado por 7.000 soldados de caballería, 29.000 de infantería
pesada y cerca de 9.000 de infantería ligera. En el ala derecha se
situaba como era habitual Alejandro Magno con la caballería a la cual
comandaría durante la batalla. A su lado, se encontraba la infantería
ligera, mientras que la infantería pesada, la más numerosa, se ocuparía
del centro formando una falange con formación en primera y última línea,
muy útil en caso de que la falange fuera rodeada y su retaguardia fuese
obligada a combatir. En cuanto al ala izquierda, la más débil pero con
poca importancia estratégica se situó a caballería aliada (de Fersalia y
Tracia) y a mercenarios griegos. El ala izquierda estaba comandada por
Parmenio, uno de los generales macedonios más leales a Alejandro.
Por su parte,
el ejército persa era mucho más numeroso. A pesar de que el ejército al
completo incluía cerca de 200.000 hombres, tan solo 91.000 eran soldados
y ejecutaban dicha labor. De estos 92.000 hombres, 35.000 eran
caballería y 53.000 infatería ligera, siendo la presencia de la
infantería pesada ínfima ya que tan solo la componían 4.000 "Inmortales"
que eso sí, representaban la élite del ejército persa. Además también
contaban con cerca de 50 carros con guadañas en las ruedas
(especialmente efectivos en batallas a campo abierto) y alrededor de 15
elefantes de guerra que atemorizaban a los griegos y macedonios.
En cuanto a la
formación del ejército, Darío se coloca en el centro de su ejército como
manda la tradición persa, dispone a su caballería en ambos flancos y a
la infantería pesada en el centro y retaguardia de la formación como
columna vertebral de su ejército y último recurso, dejando a la
infantería ligera ocupar la vanguardia del centro.
El primero en
mover ficha y por tanto en iniciar la Batalla de Gaugamela, fue
Alejandro Magno, quien envió a su infantería en un ataque diagonal hacia
el flanco derecho persa, Dario para contrarrestar este ataque apoyado
en su superioridad numérica, ordena un ataque envolvente contra la
ofensiva macedonia. Al suponer esta envolvente un gran peligro para las
tropas aliadas, Alejandro junto a su caballería ordenó una serie de
cargas contra la contraofensiva persa con el fin de debilitar sus filas y
conseguir que los persas no cerrasen la bolsa y que la infantería
macedonia no quedara rodeada. Dario, tras ver esto, ordena a sus carros
de combate atacar a la infantería macedonia para desorganizarla, pero
cuando estos se aproximaban a la vanguardia de las filas macedonias, los
carros fueron sorprendidos con una lluvia de flechas y jabalinas que
mató a muchos de los conductores de los carros. Para acabar con los
restantes, la falange macedonia perfectamente ordenada se abrió dejando
pasillos por el que pasaban los carros que fueron a parar a una segunda
fila de infantería pesada macedonia que dio buena cuenta de ellos. Tras
quedarse sin carros y temeroso de una posible derrota Dario comete un
error fatal, ordena una carga general de su caballería contra las tropas
de Parmenio situadas en la izquierda con el mismo fin que el ataque de
los carros, desorganizar a las tropas macedonias y abrir brecha para
aprovechar su ventaja numérica.
El problema de
dicho ataque de caballería es que se abrió un hueco en la formación
persa, fruto de los miles de soldados de caballería que partieron al
ataque. Alejandro vio el hueco y se lanzó con toda su caballería en
formación de cuña directamente hacia allí, iniciando una carga brutal en
la que las tropas persas no podían hacer nada por evitar el avance
pletórico de Alejandro y sus hombres. Su objetivo era claro, acabar con
Dario. Dario por su parte, atrapado y sin poder hacer nada para evitar
la carga macedonia decide huir del campo de batalla provocando la
desbandada general entre sus tropas, momento que la caballería macedonia
aprovechó para masacrar a la débil infantería ligera persa.
No obstante la
batalla no había terminado, al igual que la caballería persa dejó un
hueco en sus filas, la macedonia hizo lo propio, permitiendo que la
caballería persa penetrase por las filas macedonias rodeando a su
infantería. Alejandro que se encontraba junto a su caballería en
persecución de Dario, recibió la noticia y dio media vuelta para
auxiliar a la rodeada falange. Alejandro Magno y su caballería pronto
acabaron con la amenaza persa, dando por concluida la batalla. La
Batalla de Gaugamela había sido ganada, en cambio, Dario había
conseguido escapar. En cualquier caso Alejandro Magno conseguía con esta
victoria la supremacía militar en Mesopotamia.
http://www.batallasdeguerra.com/2013/03/la-batalla-de-gaugamela.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario