El pasado romano de León está estrechamente vinculado a la actividad militar.
El embrión de la ciudad actual data de los años 15-10 aC con la
construcción de un campamento entre los ríos Bernesga y Torío para
albergar a la Legio VI Victrix, unidad que pocos años antes había participado en las Guerras Cántabras.
La Legio VII Gemina, fundada por Galba, fue el segundo inquilino casi un siglo más tarde (75 dC), convirtiéndose en la única legión asentada en Hispania hasta la caída del Imperio Romano (476). La importancia del asentamiento contribuyó al crecimiento de un núcleo civil y los restos hallados hasta la fecha revelan que el campamento contaba, entre otras construcciones, con unas grandes termas y un anfiteatro.
Acompáñanos por el itinerario romano de León:
Muralla romana
Las antiguas murallas romanas encierran hoy el núcleo antiguo
de León. La mayoría de sus tramos son del siglo III, tienen algo más de
5 metros de espesor, unos 8 metros de altura y torres, llamadas cubos, de planta semicircular peraltada, situadas a breves intervalos. Contaba con cuatro puertas, aunque hoy sólo queda en pie la del lado norte del recinto, llamada en época romana porta decumana y desde la Edad Media Puerta Castillo.
Anfiteatro de León. Cripta de Cascalerías
También bajo tierra se encuentran los restos del anfiteatro
de León; tres criptas o contenedores arqueológicos situados en la calle
Cascalerías permiten ver esta construcción, situada en la parte “civil”
del campamento, fuera de las murallas. Los arqueólogos calculan que
debió tener una dimensión de más de tres mil metros cuadrados, más grande que la actual Plaza Mayor, y que pudo albergar a más de cinco mil espectadores.
Museo de León
El Museo de León
es el más antiguo de la provincia y narra su historia a través de la
Arqueología, el Arte y la Etnografía. Ubicado en el conocido como Edificio Pallarés, cuenta con dos anexos: la Villa romana de Navatejera, en la localidad de Navatejera y el antiguo Monasterio de San Marcos, que es la sede histórica del Museo. Entre sus obras de período romano destacan el Hito Augustal de la Cohors IIII Gallorum (señalización que divide los límites territoriales); el Ara Votiva al dios Bodus hallada en Villadepalos; o una estela funeraria antropomorfa proveniente de las cercanías de Astorga. También son piezas de primera fila las aras dedicadas a Diana y a las Ninfas, procedentes de la muralla leonesa, y el denominado Edicto de Augusto, hallado en la localidad de Bembibre (El Bierzo).
Depósito romano en el barrio de San Pedro
Esta gran construcción rectangular, contemporánea del campamento levantado por la legio VI victrix en León, hizo la función de depósito de agua, conservando en su parte superior restos de los aliviaderos. Situada al aire libre, está realizada en opus caementicium (hormigón romano), siendo todavía visibles las huellas de las maderas del encofrado. Transformaciones posteriores hicieron que una parte de esta estructura se destinase a calero, mientras que el resto quedó oculto bajo niveles de vertidos.
Astorga, cruce de caminos de la Hispania romana
Fundada hacia el 14 a.C. como campamento de la Legio X Gemina, posteriormente se desarrolló como núcleo civil. Durante los siglos I y II tuvo una gran importancia gracias a las explotaciones auríferas del noroeste de la península ibérica, y fue un importante nudo de comunicaciones, centro de numerosas calzadas. Sus ruinas se encuentran ocultas bajo la ciudad actual; destacan el foro, la “Ergástula”, los dos conjuntos termales y el alcantarillado, así como la domus del Mosaico del Oso y los Pájaros.
Las Médulas: el oro romano
Se trata de la mayor mina de oro a cielo abierto de todo el Imperio romano. La extracción del mineral supuso la alteración del medio ambiente dando como resultado un paisaje de arenas rojizas. Uno de sus administradores más célebres fue Plinio el Viejo. Se considera un “paisaje cultural” y tiene la denominación de “Parque Cultural”.
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