El Asedio de Troya.
Como casi todas las batallas y guerras de la antigüedad, es difícil
hablando de hace 3.000 años separar la mitología de la pura realidad, ya
lo que ha llegado de la Guerra de Troya hasta nuestros días ha sido
exclusivamente gracias a las obras de Homero, la Iliada y la Odisea. En
cualquier caso la fascinante historia de Troya es digna de ser contada.
Todo comenzó
con una predicción de Casandra, hija de Príamo Rey de Troya, la cual
vaticinaba la destrucción de Troya por culpa del nacimiento de su
hermano, el Principe Paris. Por
esto Paris fue abandonado a su suerte cuando era bebé para que muriese,
algo que nunca ocurrió ya que Paris fue recogido y criado por un
pastor. Años después tras enterarse de su verdadera procedencia Paris
vuelve a la corte troyana donde se le da ya todos los honores como
príncipe.
Paris es
invitado a una fiesta en el palacio de Menelao, Rey de Esparta de
Tíndaro y recién casado con la considerada mujer más bella de la Tierra,
Helena. Fue en este encuentro en el que Paris con la supuesta ayuda de
Afrodita seduce a Helena y ambos se fugan con destino a Troya donde
sería desde entonces Helena de Troya. Menelao se toma la fuga como un
secuestro y convoca a una gran coalición de polis griegas para atacar
Troya ya que los principales líderes de las polis habían pactado antes
que todos defenderían el matrimonio de aquel que eligiese Helena. La
guerra estaba servida, y Troya debía prepararse para ser atacada por una
gran flota que pronto llegaría a las famosas murallas de la ciudad, las
cuales ningún enemigo había podido superar.
El gran
ejército griego estaba liderado por el hermano de Menelao, Agamenón, y
contaba con la ayuda de Aquiles, el mejor guerrero de la antigüedad
divinamente protegido, así como de su primo y discípulo Patroclo.
También contaba con la ayuda de Ulises (principal protagonista de la
Odisea) el más astuto e inteligente y de Ajax, un gigante de fuerza
inusitada. Por su parte los troyanos confían ciegamente en el Principe
Héctor, hermano de Paris, carismático y glorioso general de las tropas
troyanas. No obstante a pesar de que las murallas de Troya son una gran
ventaja, los aqueos les superan en una proporción de 10 a 1.
Tras un viaje
complicado de la flota griega, con equivocaciones en el rumbo y con
repentinas faltas de viento la gran flota llega hasta las inmediaciones
de Troya, en cuyas playas se libra una importante batalla en la que el
ejército troyano liderado por Héctor cosecha su primera derrota contra
el ejército aqueo (ejército griego) siendo la presencia de Aquiles en la
batalla especialmente importante.
Los griegos
pronto sitiaron la ciudad durante 9 largos años y arrasaron las aldeas
cercanas donde tomaron multitud de esclavos, entre ellos Criseida, la
hija de Crises sacerdote de Apolo, al que este mismo imploró un castigo
para los griegos que no se hizo esperar y se manifestó en forma de una
gran plaga que diezmó a las tropas aqueas.
Agamenon
decidió devolver a Criseida pero solo a cambio de la Concubina de
Aquiles el cual pronto entró en rebeldía y se negó a luchar junto con
sus hombres más leales que constituían la élite del ejército aqueo.
La falta de
Aquiles y sus hombres fue muy acusada por el ejército aqueo que en los
siguientes días cosechó una gran derrota en la que Menelao muere, la
derrota fue primero frente a las murallas de Troya y más tarde en su
retirada hacia las playas, llegando los troyanos incluso hasta los
barcos griegos incendiando alguno, no obstante Ajax que se alzó en la
batalla como el líder simbólico del ejército aqueo consiguió junto a sus
hombres en minoría resistir al avance troyano e incluso la derrota se
pudo convertir en victoria cuando Patroclo, primo de Aquiles llegó al
combate con la armadura de Aquiles con el consentimiento de este en
vista de lo difícil que se estaba tornando la situación. Creyendo todo
el mundo que Patroclo era el mismísimo Aquiles elevó claramente la moral
de la tropa y muchos hombres que se retiraban volvieron a un combate en
el que poco a poco los griegos se zafaban de la presión troyana. No
obstante el Príncipe Héctor en un duelo personal, mató a Patroclo
creyendo que era Aquiles y se quedó su armadura como preciado botín de
la batalla.
Aquiles cegado
por la ira y las ganas de venganza mató a Héctor arrastrando su cadáver
por las tierras troyanas dando hasta 3 vueltas a la ciudad y 13 cada día
por la pira funeraria de Patroclo.
El Rey Príamo
de Troya y Hermes, acudieron disfrazados de noche al encuentro con
Aquiles para pedirle por favor que le devolviese el cadáver de su hijo, a
lo que Aquiles finalmente y basado en el profundo respeto que le tenía
como enemigo accedió, e incluso acordaron una tregua de 12 días por lo
funerales de Héctor que se vivieron en Troya con una especial y profunda
pena, puesto que había caído ese hombre que tantos días de gloria había
dado a su pueblo. Poco después de la muerte de Héctor, Paris vengaba a
su hermano de un flechazo en el talón de Aquiles, su único punto débil.
De tal muerte se dice que el mismísimo dios Apolo fue el que dirigió la
flecha directamente al talón de Aquiles siendo este enterrado en la
misma pira junto a su primo Patroclo.
La lucha se reanuda y el siguiente en caer sería Paris de un flechazo a manos de Filoctetes, un gran amigo de Heracles.
Héctor VS Aquiles
Pero la guerra,
que ahora parece ya favorable a Troya se decidirá con una treta que
idearon los griegos quienes construirían un gran caballo de madera que
en su interior llevaría oculto a Ulises junto con un centenar de sus
mejores hombres, que a modo comando abrirían las puertas de la ciudad
dejando entrar al grueso del ejército griego que ocultos aguardaban su
momento para actuar.
Sinón, pariente
de Ulises, era un espía griego que convenció a los troyanos de que el
caballo era un presente para la diosa Minerva. Pero el caballo es tan
grande que los troyanos hasta derriban una parte de su muro para meterlo
en la ciudad, en toda la cuidad se celebra con gran júbilo la victoria
troyana, de forma que toda la ciudad esta inmersa en una vorágine de
alcohol y desenfreno, ni si quiera los centinelas están vigilando las
zonas próximas a las murallas. Sinón cuando estimó que la situación era
la idónea abrió el vientre del caballo dejando salir a los soldados
griegos quienes hicieron una gran señal de fuego que advertía al grueso
del ejército aqueo de que era la hora de atacar la ciudad.
Los griegos
pronto entraron en Troya sin apenas resistencia, saqueándola matando
(incluyendo al Rey Príamo) y tomando a todos los supervivientes como
prisioneros, tan solo unos pocos afortunados, entre ellos Helena
pudieron escapar por medio de pasadizos secretos. Tras 10 años, para los
griegos ya era hora de volver a casa, algo que no iba a ser ni mucho
menos un camino de rosas pero eso ya es otra historia, la historia de la
Odisea....
http://www.batallasdeguerra.com/2013/09/la-guerra-de-troya.html
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