sábado, 25 de abril de 2015

LA GUILLOTINA....un instrumento de tortua y muerte.


                                        La guillotina...


En marzo de 1792, la Asamblea Legislativa, en cumplimiento del nuevo código penal, encargó al médico cirujano Antoine Louis, secretario perpetuo de la Academia de Cirugía, la elaboración definitiva del nuevo aparato para realizar las ejecuciones. Louis y su colaborador Tobias Schmidt, un fabricante de arpas alemán, crearon un artilugio que se inspiraba en los aparatos similares que habían funcionado en otros países europeos, pero mejorando su diseño y su funcionalidad con el objetivo de aminorar al máximo el dolor. La aportación principal de Louis fue el modelo de hoja con filo oblicuo, «para que corte limpiamente y alcance su objetivo», según afirmó él mismo. Sin embargo, tanto Louis como Guillotin terminaron lamentando que su nombre quedara asociado a la nueva invención, que pronto fue conocida como louison o louisette y, más comúnmente, guillotina.



El prototipo estuvo construido en dos semanas, y enseguida se probó en cadáveres de animales y de personas. Finalmente, la guillotina se instaló en la plaza de Grève, frente al Ayuntamiento de París, y fue allí donde el 25 de abril de 1792 Nicolas-Jacques Pelletier, condenado por robo a mano armada, se convirtió en el primer ejecutado mediante el nuevo procedimiento. El artilugio parecía destinado a suplir a los verdugos en estos casos de delincuencia o criminalidad común. Pero apenas unos meses después, el 21 de agosto de 1792, fueron llevados ante la guillotina dos reos políticos: dos servidores de Luis XVI, que había sido depuesto del trono tras la insurrección del 10 de agosto, a los que se acusaba de actividad «contrarrevolucionaria». Desde ese momento, bajo un régimen de gobierno revolucionario que duraría hasta la caída de Robespierre casi dos años más tarde, la guillotina se convirtió en el instrumento –y el símbolo– de la política de «terror» que la Revolución desencadenó contra sus enemigos interiores –los aristócratas y otros partidarios del Antiguo Régimen– y como reacción frente a la amenaza de las potencias absolutistas vecinas.



Durante este período, el total de condenas de muerte y de ejecutados con la guillotina en toda Francia fue de 16.594 personas. De estas, 2.622 fueron ejecutadas en París, principalmente en la guillotina que se colocó en la actual plaza de la Concordia; allí serían ejecutados tanto Luis XVI y María Antonieta como el mismo Robespierre, tras el golpe de Termidor. Tal fue el balance del llamado Terror legal, en el que hay que ver un intento de controlar y centralizar la violencia política más generalizada que también se ejerció en esos años y que se calcula que ascendió a entre 35.000 y 40.000 víctimas, incluyendo las violencias populares, las ejecuciones sumarias o las muertes en las cárceles.

Terminado el Terror, la guillotina no cayó en desuso. Siguió empleándose bajo el directorio, Napoleón y todos los regímenes posteriores durante casi dos siglos. La última ejecución mediante este método se produjo en 1977, antes de la abolición de la pena de muerte cuatro años más tarde.

La guillotina se probó antes de ser instaurada con una serie de cadáveres sacados del hospital público de París, de este modo, se comprobó su eficacia y su precisión. El día de su presentación en sociedad, en la Place de Gréve de París el día 4 de abril de 1792, no se usó. Se utilizó por primera vez el día 25 de abril de 1792 y el honor de ser el primer decapitado con este aparato, recayó en un bandolero dedicado a asaltar diligencias.  



http://www.nationalgeographic.com.es/articulo/historia/secciones/9737/guillotina_invento_infernal_revolucion.html?_page=2
http://www.portalsolidario.net/ocio/visu/anecdota.php?rowid=691&anecdotas=Instrumentos%20de%20tortura%20y%20muerte.

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